Hilsa Rodríguez (Trujillo, 1994). Egresada de la Universidad Nacional de Trujillo, Mención Lengua y Literatura. Ganó la Convocatoria Poesía Hembra II (2016) y el concurso Relato y Fotografía de la revista El Bosque (2016). Mención honrosa en el Concurso Nacional de Poesía – Huauco de Oro, de Sucre, Cajamarca (2017). Participó en la Feria Internacional del Libro de Trujillo (2017) y en el Festival de Poesía de Lima (2018). Recientemente, Hilsa presentó su primer libro “El amor ha parido una luz terrible” (Alastor,2023), libro del amor-desamor en espera de armonía; sin embargo, es una luz terrible. Consta de cuatro secciones que hoy analizamos.
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ACUCHILLAR
En la primera parte, “Acuchillar al monstruo en el mismo orificio”, crea intriga y zozobra cuando se lee el poema “Perturbación”: Hoy he soñado con un monstruo/Hoy he soñado que mi padre ha hecho el amor conmigo/Me ha acuchillado las vértebras y los ojos/Se ha acercado/y su voz me ha dejado grietas/me ha tocado las piernas/y se ha introducido en mí (p.9). En estos versos se reconoce el realismo-humanismo. Es un poema fuerte, real, ficcional, pero rotundo. Qué podemos pedir a los poetas actuales, sino ser reales y conscientes en una sociedad decadente. No obstante, la poesía de Hilsa tiene tendencia a lo culto, revisemos el texto “Expiación”: Existimos/Justo en la boca de Caronte/he escuchado aullar a los relojes a nuestras espaldas (p.11). Caronte deviene de la mitología griega, era el barquero de Hades, encargado de transportar las almas en su barca. La unidad de la primera parte se acentúa en el poema “Teratofobia” (es el miedo de una embarazada): No soy un monstruo/Acaricio y amo/como si en mí /no existiera una criatura salvaje/un rostro lleno de grietas” (p.15).
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EL AMOR ES UN CRÁTER
En la segunda parte, “El amor es un cráter en ebullición”, se expresa mejor el mensaje con otros poetas con quienes se identifica: Alejandra Pizarnik (p.29) y Gonzalo Rojas (p. 31). Es terrible este refugio (p. 33). El poema “Nabokovia”, en entomología es un género neotropical de mariposas. Ante esta, la poeta expresa: “Voy a contraer mi pecho contra tu pecho/y penetrar un cuchillo lento, muy lento/hasta volverlo una estrella/Tal vez sea suficiente: Mirar tus ojos y no morir (p.35). Es un amor consciente en causa y efecto. Su conocimiento en el poema “Cazadores” se evidencia en la mención de mariposas, antílopes, bichos; y, además, al finalizar el poema nos da claves para una mejor lectura de su poesía: “Encontrarán un libro abierto/oculto en las vísceras de todos los hombres/Rituales esotéricos transmutarán de bondad en sus ojos/Visiones fantasmagóricas revolucionarán esta era” (p.47). Su arte poética siempre anuncia o sugiere. Revisemos el texto “La poesía pertenece al reino animalia”: “Anfetaminas denme anfetaminas/y la tristeza se ha hecho carne/Desde esta posición/el tiempo es un ave/Y la poesía (p.49).
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DEL DOLOR
En la tercera parte, “Aproximaciones del dolor”, los temas son el dolor, la muerte y denotan sufrimiento, destrucción. Leamos “Amuleto”: A la muerte que nos cuida/que nos cobija todas las madrugadas/A la muerte la alzan sobre los hombros/La llevan en brazos como si fuera un niño”. Enseguida, notaremos el traslado del dolor a la muerte, poema “Elegía en un hospital”: El dolor /es una bestia dentro de mi pecho que no me deja morir en paz/Una ceremonia sin escapatoria/Una masacre inexorable/Una fotografía mirándome cerca del tocador” (p.57). Por ello, dice “Mi cicatriz es un camaleón” (p. 59). Hilsa Rodríguez es una poeta conceptual y de sugerencia poética que recurre a la expresión clínica-científica como estamos explicando en algunos términos como el poema titulado “Fibromialgia”: “Es urgente/autorretratar al dolor/Desde esta existencia/descubro que/el cuerpo es una máquina perfecta/una maldición/Cuando el dolor tiene nombre propio/una muerte natural e inservible/como este poema” (p.61). La fibromialgia es una patología crónica que afecta biológica, psicológica y socialmente.
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LA SOLEDAD
En la cuarta y última parte, “La soledad es una estrella dormida en el espacio”, la poeta Hilsa Rodríguez va a cerrar el círculo con temas avisados en apartados anteriores. Veamos el poema “Nadir”: “Desde aquel día donde el cuchillo rozaba el abdomen de/ mi madre/un tsunami me perseguía y no podía escapar/Desde mi ignorancia” (p.71). Es evidente que el dolor proviene de una enfermedad, así “Nadir” está en el tratamiento de quimioterapia. Dentro de los poemas vinculados a los animales ubicamos al poema “Tótem” (p.77), que representa en la mitología de algunas sociedades. Revisemos el poema “Rinoceronte”: El cuerpo se transforma rápidamente y se plantea redescubrirse:/La cabeza debería desmitificarse y ser una roca /Una roca gigantesca (p.83). La poeta nos describe “Las auroras son siniestras y vienen a matarnos” (p. 85) y como al inicio del libro nos retorna a la desesperanza para reflexionar y superar. Concluye el libro con el poema “El silencio es una estrella polar”: “Oscurísima/Un lenguaje espectral/que brota como la lluvia los viernes en la madrugada/Inamovible/Lumbrera como la soledad/Averno fértil para conversar contigo/desde antes del Big Bang”. Merece lectura.