Los Intrusos de Gerson Ramírez ofrece una constante autorrealización de los personajes en un mundo que perciben cada vez más enajenado; los personajes pertenecen a distintos ámbitos sociales, pero en todos ellos existe la constante y particular lucha.
Los Intrusos de Gerson Ramírez ofrece una constante autorrealización de los personajes en un mundo que perciben cada vez más enajenado; los personajes pertenecen a distintos ámbitos sociales, pero en todos ellos existe la constante y particular lucha.

En el año 2004, publicó su libro de cuentos LOS INTRUSOS. Curiosamente, esta no sería la única edición; 5 años más tarde apareció la segunda y, recientemente, —en el 2019— surgió la tercera edición, más de una década después del lanzamiento inicial. En esta última versión se cambiaron algunos detalles mínimos como, por ejemplo, el nombre de uno de los personajes. En alguna entrevista ha expresado que el proceso creativo no termina y que “el pasar del tiempo te dará la oportunidad de mejorar tus proyectos”; testamento de estas palabras son las modificaciones que ha ido realizando.

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En una entrevista realizada por Carlos Pérez, Gerson Ramírez aseguró contundentemente que sus personajes son “seres en permanente búsqueda de su autorrealización”; también señaló que LOS INTRUSOS ofrece una constante autorrealización de los personajes en un mundo que perciben cada vez más enajenado; los personajes pertenecen a distintos ámbitos sociales, pero en todos ellos existe la constante y particular lucha. A propósito de los 20 años que ha cumplido este libro, en el presente texto se realiza una lectura crítica de algunos de los cuentos que Gerson Ramírez presenta en LOS INTRUSOS. Esto con el propósito de ofrecer una mirada reflexiva sobre la condición humana en el mundo y la realización de los desafíos.

Duelo y superación: Secuelas de la muerte

En LOS INTRUSOS, Gerson Ramírez aborda el asunto de la muerte; los protagonistas se enfrentan a ella y sufren las secuelas que trae; sucumben ante los desafíos o hallan la paz deseada. En cada uno de ellos podemos apreciar las distintas posturas que los personajes muestran ante la muerte. En El fugitivo, por ejemplo, a lo largo de la historia conocemos a “Eusebio Guevara”, un fugitivo herido que se esconde en una habitación de hotel. La forma en la que está escrito el relato es interesante, pues a simple vista el lector da por sentado que se trata de un delincuente y que los perseguidores también lo son, pero en la narrativa nunca se aclara este punto, dejando que la interpretación del lector haga lo suyo; incluso, la posibilidad de la presencia policial se materializa. Al final, la mente distorsionada del protagonista por la adrenalina y su inminente muerte, conjuga imágenes del pasado con las del presente.

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Otro de sus relatos que aborda esta misma problemática es Qué pronto pasan los años. En esta historia destaca el deceso del padre del narrador protagonista. Este acontecimiento marca un antes y un después en su vida, especialmente en el ámbito laboral y romántico. Al morir el padre, por ejemplo, el protagonista ya no pudo ser ingeniero ni casarse con la mujer soñada. Al final, se convierte en profesor de matemática y cuenta su inesperado reencuentro con el hijo mayor de su amada. Ella pudo continuar con su vida; él, sin embargo, no logra hacer lo mismo, pues trae consigo recuerdos, deseos y eternas posibilidades.

En otro de sus cuentos, Confesión, notamos a la muerte y sus repercusiones como uno de los temas centrales. La historia se desenvuelve alrededor de un punto clave: el asesinato de un hombre en el pasado y las consecuencias que perduraron hasta el presente. Se utiliza el narrador en primera persona durante la conversación, permitiendo al lector comprender las emociones y circunstancia de uno de los protagonistas por la manera en la que este se expresa. La historia comienza con una impactante “confesión” que se irá resignificando en el presente.

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Los puntos de inflexión en Los intrusos

En la narrativa de Gerson Ramírez destaca el empleo del narrador en primera persona, así como también la presencia del fallecimiento de algún personaje como un recurso que definirá la trayectoria de la historia. Este acontecimiento, notorio o sutil, marca un punto de inflexión en la vida del protagonista y sus acompañantes. La muerte como suceso no es el fin del relato, sino el comienzo de muchos otros. En los cuentos de Gerson Ramírez Ávila la imaginación le otorga la facilidad de alternar hechos que juzgamos como reales con hechos que visto desde la fantasía no nos cuesta aceptar. Los 14 relatos que siempre han sido parte de LOS INTRUSOS son historias que sin importar la época en la que se lean siempre van a permitir reflexionar sobre cómo el paso del tiempo no nos hace sujetos acabados.

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