Eduardo Paz Esquerre (La Libertad, 1942). Doctor en educación. Maestro en Educación con mención en Pedagogía Universitaria. Licenciado en educación, especialidad Letras y Humanidades. También licenciado en periodismo. Integró el grupo literarioTrilce. Galardonado con premios nacionales en cuento (Cope de Oro, 1989) y poesía. Entre otros libros, recientemente publicó el ensayo “La pedagogía de Ignacio de Loyola y la de Paulo Freire Entre el control y la libertad” (UPAO, 2022).
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Introducción
Eduardo Paz considera en su motivación y cercanía una “didáctica especial”. Tiene como antecedente el libro “Mitad monjes, mitad soldados” (2015) de Pedro Salinas y Paola Ugaz, en el cual difundieron abusos sexuales, contra menores de edad, en el SCV (Sodalicio de Vida Cristiana), movimiento religioso católico de origen peruano, creado a inicios de los años setenta por Luis Fernando Figari. Ante el enfoque condicionador de la pedagogía de Loyola que encadena la voluntad y el pensar del creyente, Paz Esquerre decidió examinar las ideas que sobre educación tenía Paulo Freire. Ejecuta una comparación crítica de ambas posturas, analizando la educación comparada, y diseña adecuada metodología con oportunas categorías epistemológicas de análisis. De manera que se percibe roles del educando, del educador, el contenido educativo, los medios educativos, el acto educativo. Cuestiona la educación como instrumento de opresión y pondera la educación como práctica de la libertad.
Descripción
Se ocupa de Ignacio de Loyola (España, 1491), aquel paje, gentilhombre y soldado. Describe la época y contexto, la Reforma y la Contrarreforma. Nos ilustra sobre el aspecto vital de Ignacio, el personaje. Asimismo, valora la acción educativa de Ignacio de Loyola y la condensación de sus ideas en la forma cómo organizó la Compañía de Jesús, las directrices que estableció para su funcionamiento y los documentos que escribió, de los cuales se conservan los Ejercicios espirituales (escritos a partir de 1522, los mismos que fueron aprobados por el papa Paulo III en 1548), Forma de la Compañía y oblación (1541), Deliberación sobre la pobreza (1544), Diario espiritual (1544-1545), Autobiografía (¿1555?), Constituciones de la Compañía de Jesús (que empezó a escribirla, junto con sus compañeros en 1541, luego de confirmarse la creación de esta orden religiosa) y sus Cartas e instrucciones, 177 cartas, escritas entre el año 1524 y 1556.
En cuanto a Paulo Freire (nombre completo Paulo Reglus Neves Freire,), nació en 1921, en Recife, Estado de Pernambuco, en el noroeste de Brasil. Hijo de madre católica y padre espiritista, su familia sufrió las penurias económicas de 1929. Eduardo Paz lo ubica en su época y contexto. Paulo, el personaje. Su acción educativa se sustenta en varios libros a través de los cuales ha sido impulsor de una pedagogía crítica, considerada como una pedagogía que se origina desde la conciencia de los problemas sociales. Teniendo como base teórica su tesis doctoral y cómo organizó su primer libro La educación como práctica de la Libertad, publicado en portugués en Brasil, en 1967.
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Interpretación
En el principio y fundamento de los Ejercicios espirituales, escrito por Loyola, hay implícita una renuncia por parte del practicante a su propia libertad y en ello una opresión orientada a que no se salga de lo que se considera es el camino correcto de realización del individuo; al respecto, escribe “el hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma. […] Por lo cual, es menester hacernos indiferentes a todas las cosas creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinación de nuestra libertad y no le está prohibido; […] solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin para el que hemos sido creados”(p. 54). En cambio, Freire recomienda el uso del método activo, dialogal, participante, y de espíritu crítico, con el uso de técnicas tales como la reducción y codificación. Considera que el verdadero diálogo se nutre del amor, de la humildad, de la esperanza, de la fe, de la confianza, y se hace crítico en la búsqueda de algo. Se crea, entonces, una relación de simpatía entre los dialogantes. Solo ahí hay comunicación. “Precisamos –dice– de una pedagogía de comunicación con que vencer el desamor acrítico del antidiálogo” (p.60). Es una educación cualitativa.
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Aportes
Paz Esquerre crea interés sobre los autores Loyola y Freire, cuya lectura crítica es propicia para ampliar nuestra comprensión de la naturaleza profunda del proceso de enseñar y aprender, y cómo pueden ser manipuladas o bien utilizadas en el desarrollo humano. Revalora la importancia de los estudios sobre educación comparada de hechos educativos que se dan en diferentes momentos históricos en el mundo, que faciliten el desarrollo del pensamiento crítico, la indagación comparada, con autonomía y libertad, como es en este caso, aplicable a las diversas realidades del entorno social (p. 100). Apuesta por Freire por cuanto este considera la concientización como instrumento de liberación. La educación será liberadora para recrear un mundo nuevo, reactivar los valores, activar sus potencialidades, lo cual permitirá una sociedad justa y libre. Leámoslo urgente. Vale.