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La herencia culinaria en la picantería “La Copa de Oro” viene de generación en generación, y actualmente es la tercera en las manos de doña María Esperanza que comparte sus secretos culinarios, manteniendo la tradición familiar desde 1970.
Doña María Esperanza Yarlequé Valverde es la gran heredera de los secretos y la sazón de un linaje de picanterías, pues gran parte de su vida ha estado ligada con el arte culinario.
“Desde los 12 años ayudaba a mi madre con el trabajo aprendiendo la preparación de los platos y sobre todo de la deliciosa chicha de jora. Y es que “La Copa de Oro “siempre ha destacado por su calidad de la mejor chicha en Catacaos”, señala doña María.
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TRADICIÓN
Aquí parte de la historia contada por sus protagonistas, los nietos. “La Copa de Oro” abrió sus puertas en 1970 por doña Marcelina Valverde o “Doña Lina” como cariñosamente la llamaban, quién al frente de sus fogones había conquistado paladares por largos años.
Más adelante cuenta, “se comprometió con Felimón Yarlequé Sullón más conocido como “CholoMon” y se instalaron en la Calle Comercio N° 1297 en Monte Sullón. Doña Lina había aprendido a cocinar las delicias que preparaba su madre en el que fuera el conocido chicherío “Los cuatro pilares”.
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EL PORQUÉ EL NOMBRE
Asimismo nos comenta que el nombre lo lleva desde sus inicios, cuando sus abuelitos traían y vendían vino “Ocucaje” en copa, pero además vendían chicha de jora y sus sabrosos piqueos, entonces los comensales empezaron a llamarles “La copa de oro”, quedando perennizado hasta el día de hoy.
La sabrosura del arte culinario tiene como característica ser preparados en cocina de barro, como se hacía antiguamente. “Siempre orgullosos de lo nuestro, tenemos la mejor de preparación de la chicha de jora, el cual mantiene intactas las técnicas ancestrales que nos dejaron nuestros antepasados, y que permite obtener un producto de calidad”, señaló doña María Yarlequé.
