No solo la producción literaria florece en nuestra región. También han empezado a descollar interesantes proyectos de fomento de la lectura, como los emprendidos por Nectandra Ediciones, Editorial Trotamundos, Editorial Infolectura, etc.
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Editorial Infolectura, por ejemplo, no solo publica y difunde meritorias obras de “escritores regionales”; también impulsa plausibles proyectos destinados a públicos lectores específicos. Tal es el caso de algunas antologías para niños, como también de apropiadas colecciones pensadas en adolescentes y jóvenes de “hasta cien años”.
Uno de los proyectos que merece nuestra particular atención y beneplácito es el PLAN LECTOR REGIONAL, una modesta pero preciada colección que reúne los más selectos relatos de una notable muestra de escritores liberteños.
Imágenes salvadas, de Julio Garrido Malaver
Este libro está conformado por veinticinco relatos breves, cargados de sutiles críticas y de lecciones de vida. Cada relato es una alegoría, una invitación a la reflexión. Don Julio Garrido construye acontecimientos extraordinarios desde la aparente cotidianeidad de la vida. Como bien lo afirma el escritor Bethoven Medina, la lectura de estos relatos nos conecta con la palabra consejera del maestro, pues los personajes (hombres y árboles, principalmente) “comparten las actividades de supervivencia” y nos trasmiten sentimientos y valores que nos invitan a ser “más sensibles en esta vida”.
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Los cuentos del paisita, de Berlin Hilario Blas
Este es un deleitoso libro que emana humorismo en cada uno de sus relatos. Leer, por ejemplo, “Aprobao, aprobao”, “Las cachangas de don Guille”, “Mi suegra, la viuda”, “El chancho gordo”, “Serafín y la gringa” y todos los otros relatos es una experiencia gratificante. Hechos anecdóticos y curiosos dan lugar a cada historia. Pero, tras estas curiosidades, está la vida cotidiana de hombres y mujeres de nuestra serranía, con sus devenires, sus imaginarios ¡y su lenguaje! Y justamente, como la cereza del pastel, el libro cierra con un provechoso glosario de expresiones populares. ¡Sinceramente, una delicia!
Viaje alrededor del porvenir y otros cuentos, de César Vallejo
Nuestro vate universal es conocido ampliamente por su trascendental obra poética, pero muy poco por los demás géneros que ha cultivado. Este volumen recoge cinco muestras de su admirable narrativa: “Los dos soras”, “El vencedor”, “Paco Yunque”, “Viaje alrededor del porvenir” y “Liberación”. En estos cuentos, además de la denuncia social, resalta la pureza de sus personajes (en su transitar, en las riñas escolares, en el matrimonio obligado, en la inhumana demora de la justicia). Pero lo más destacable, desde mi punto de vista, es la maestría con la que están escritos: la construcción oracional, el uso de los signos de puntuación, el manejo de los diálogos, el registro verbal… ¡Realmente admirable!
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El cazador de pavos, de Robert Jara
Este es un libro cargado de reminiscencias, de historia popular y de mucha sensibilidad humana. Robert Jara rescata –con fino humor– las experiencias infantiles, las anécdotas familiares y los encuentros con personajes entrañables. Las limitaciones económicas no menoscaban la bondad; estas constituyen, más bien, oportunidades para vivir experiencias inolvidables. Robert, a través de sus relatos, nos descubre el ingenio de sus personajes para criticar el incumplimiento de las promesas electorales, la injusticia o la apatía de las autoridades. Parece decirnos que el ingenio popular y la sensibilidad humana son las mejores maneras de sobrellevar la pobreza. Pero también nos alecciona sobre la importancia de valorar a quienes marcan las historias de nuestros pueblos.
Imposible amor, de Teodoro Alzamora
Este libro inicia con el cuento “Imposible amor”, una historia de amor de un bandolero con la hija de un hacendado. A esta historia se suma “Malavida”, un cuento que seguramente aguará los ojos del lector y lo confrontará con el dilema de tomar una dura decisión. El libro continúa con “La tigresa”, un “cautivante relato de amor adolescente” y finaliza con “La labia, señor juez”, un “jocoso diálogo entre un juez y un curioso personaje”. Tal como se advierte en la contratapa del libro, “el lector disfrutará de la narrativa magistral y envolvente” de su autor. Y es que el estilo libre y desenfadado de don Teodoro, así como la fluidez de la narración y de los diálogos, terminan por seducir a cualquier lector.
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Supermán viene volando, de Eduardo González Viaña
Leer a don Eduardo no tiene pierde, pues él “nunca renuncia a su buena costumbre de narrarnos historias reales como si fueran cuentos maravillosos”. Problemas dolorosos como la migración o actitudes abiertas en defensa del libro se convierten, a través de estos relatos, en oportunidades de conmoción y reflexión. Situaciones dolorosas como la pérdida de una madre o el recuerdo de amigos entrañables se convierten en fantásticas historias, gracias a la capacidad inventiva y recreativa de don Eduardo.
Como dije al principio, esta modesta colección merece nuestra particular atención y beneplácito. La integran seis volúmenes que vale la pena leerlos. El valor literario y formativo de sus relatos así lo ameritan.
