Es reconocida por su trabajo de lucha por los derechos de la mujer y la familia. Con su posición por la reivindicación social destaca su oficio de poeta.
Es reconocida por su trabajo de lucha por los derechos de la mujer y la familia. Con su posición por la reivindicación social destaca su oficio de poeta.

Socorro Isabel Barrantes Zurita nació en Cajamarca el 5 de octubre de 1950. Estudió en el colegio de Nuestra Señora de Fátima y en la Normal Santa Teresita para graduarse de profesora. Es reconocida por su trabajo y lucha por los derechos de la mujer y la familia, por los niños trabajadores, por los derechos sociales y culturales. Con su posición por la reivindicación social, destaca su oficio de poeta. Ama a Cajamarca, ahí vive en su casita andina con su vieja huerta llena de plantas que animan.

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LIBROS

Socorro Barrantes y Jaime Abanto Padilla son coautores de la antología “Cajamarca, caminos de poesía” (2006); ellos se encargaron de la compilación y edición. Esta amplia selección de voces poéticas de la región Cajamarca contribuye a la mayor difusión literaria, aunque carezca de estructura y de sentido crítico, como advierte en el prólogo Jaime Abanto. No obstante, es un valioso aporte heterogéneo después de lo publicado por la Casa de la Cultura de Cajamarca, siendo director Andrés Zevallos (Antología de la poesía cajamarquina, 1967), y Luzman Salas (Poetas de Cajamarca, 1986). La antología “Cajamarca, caminos de poesía” es un libro integrador y constituye la obra más contundente de la “Apecaj” (Asociación de poetas y escritores de Cajamarca), editada por la Municipalidad Provincial de Cajamarca (2006) durante la gestión del alcalde Emilio Horna Pereira (+). Posteriormente, Socorro Barrantes publicó “Mujeres de Agua, Fuego, Tierra y Viento” (2015), en el que expone sus experiencias y resultados desde la Memoria de la Mujer en Cajamarca, valorando la participación de esta en el desarrollo integral de esta región. Asimismo, siempre estuvo ante cualquier opresión desde que ocurrió con la invasión de Pizarro.

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CAPTURA DE ATAHUALPA

Francisco Pizarro tomó prisionero al Inca Atahualpa en Cajamarca, el 16 de noviembre de 1532. La captura sucedió tras una emboscada por parte de las huestes españolas contra el Inca y sus súbditos. Sobre este episodio y otros contenidos atiende mi libro “Expediente para nuevo juicio” (1998), como ocurre con obras de otros bardos. Siempre será un tema vigente.

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MORIR EN CAJAMARCA

Socorro Barrantes publicó recientemente “Morir en Cajamarca” (Lluvia editores,2023) que trata sobre la muerte de Atahualpa y también de la reivindicación del Inca. Está compuesto de cinco partes: La libertad del encierro, De vuestras entrañas renacerá el maíz, El llanto de la piedra, Los poemas de mi sentir (poemas en prosa) y Retoñará la flor color del fuego.

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ATAHUALPA

Trata de la captura de Atahualpa representado en el poema “Luna en la noche del encierro” (p. 19), y otros textos afines: “La sombra de la muerte” (p. 23), “La traición del Inca “(p. 24) y “Un Inca” (p. 57), entre otros. Denota desasosiego, soledad y matanza. En esta angustia social y zozobra histórica, la poeta actualiza la invasión de Pizarro, con afán de reivindicar al hermano de Huáscar. Léase el poema “Negación” en parangón de culturas, de creencias, de personajes y tiempos con similares destinos. En otras composiciones, incita a la naturaleza desde la cosmovisión andina y refleja la ignominia del inca y su ayllu. El verso libre es la forma de escritura y también se usa la intertextualidad con algunos poemas como con Vallejo (p. 27).

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PENSARES

En la sección “Los pensares de mi sentir”, escritos en prosa, versan sobre la Espera del intihuatana, Universo dividido (En la Plaza de Armas donde huele aún la sangre de Atabalipa, p. 112) y Traición a la Cruz, entre otras creaciones. La Conquista de nuestras conciencias (p. 116), en el cual aparece la tarde agónica del Inca, cita a curacas y rememora esa tarde oscura de noviembre cuando llegaron los caballos y sus bestias montadas, y lamenta la enemistad con su hermano Huáscar.

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ACTUAL

Hay en “Morir en Cajamarca” un paralelo de conductas de personajes históricos y actuales. Denota la riqueza de la minería en su geografía y la miseria de sus habitantes actuales, las inversiones de estos tiempos que recuerda la codicia y subyugamiento por parte de los invasores españoles. Atahualpa es mostrado en su humanidad en textos poéticos de Barrantes y que datan del 2017 al 2023, lo cual evidencia la preocupación, reflexión e incitación, no obstante los siglos transcurridos. Si bien el hilo conductor del libro es el Inca y su imperio, con su exceso de confianza ante el invasor, hay poemas independientes que sirven de descanso en la lectura, pero son afines al tema principal.

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RETOÑARÁ

Concluye el libro en el capítulo “Retoñará la flor color del fuego” (p. 125). Ahí exhibe la esperanza y la resistencia cuando aparece la misión a ejecutar, más allá de la utopía. Los poemas “Otra vez la paloma” y “Volverá el reino de la tierra” nos anuncian que con la poeta “Volveremos a escribir” y concluye con “Un punto de rocío” (p. 130): Tu mirada de lluvia, / escarcha /de miel / que la quebrada oscura / se diluye la sangre de la piedra / sabiendo a mis entrañas /.

Este libro es imprescindible para los cajamarquinos y peruanos, más aún si la autora trabaja en la promoción cultural y, durante su vida, ejecuta acciones en la defensa del patrimonio, la literatura y la historia de Caxamarca en donde todo empezó. Su libro “Morir en Cajamarca” debe ser un sobrevivir y con estoicidad, vivir con objetividad.

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