El Fenómeno de El Niño (EFEN) pone en jaque a la actividad económica, sobre todo a las que están ligadas directamente con el clima, como la pesca.
En ese sentido, la alta temperatura del mar no facilita una reproducción adecuada de anchoveta en el tiempo que usualmente se espera.
Pese a todo, el Ministerio de la Producción (Produce) autorizó el inicio de la segunda temporada de pesca (no hubo primera justamente por el clima), pero no con el volumen que se desea porque existe una gran masa de juveniles (anchovetas menores de 12 centímetros de tamaño).
Un grupo importante del sector pesquero pide al Produce que se reduzca ese tamaño a 11.5 centímetros con la finalidad de incrementar el volumen de captura a fin de salir de la crisis en el que está el sector, pero no han obtenido respuesta y optaron por paralizar sus labores.
La Asociación Nacional de Armadores Pesqueros (ANAP) pide al Instituto del Mar del Perú (Imarpe), del Produce, definir el porcentaje máximo de captura de juveniles en la segunda temporada y la declaratoria de emergencia en el sector pesquero.
Industriales. Inicialmente decidieron paralizar sus actividades los armadores pesqueros (aquellos cuyas embarcaciones son de madera).
Sin embargo, la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) dejó a sus agremiados decidir si apoyan o no la paralización.
Así, la tarde de ayer se conoció que se unieron a esa medida Hayduk, Diamante y Copeinca.
Un vocero del sector consultado por Correo estima que el 50% del volumen de captura se está poniendo en riesgo.
La principal empresa pesquera es Tasa, del Grupo Breca, que no paró actividades.
Según Macroconsult, por no concretarse la primera temporada de pesca, se dejó de capturar 2 millones 400 mil toneladas de anchoveta y se dejó de exportar por unos $1,400 millones (entre harina y aceite de pescado)