Los gastos de administración y ventas de Petroperú ascienden a $300 millones al año y representan el 6% de sus ingresos brutos. De este total, $90 millones se destinan a pagar la planilla, detalló a Correo, César Gutiérrez, expresidente de esta empresa.
Agregó que hay personal en planilla, así como por recibo por honorario.
“Según la consultora Arthur D. Litlle (julio de 2023) se estima que 900 personas deben irse, en diferentes posiciones, entre el Oleoducto Nor Peruano, Refinería Conchán, oficina principal, en Iquitos, en Bagua”, precisó.
Arthur D. Little informó que la empresa tiene 2,700 trabajadores, pero que debería quedarse con 1,800.
El nuevo directorio, que preside Oliver Stark, según Gutiérrez, anunció una reducción de personal, pero no ha cumplido.
No obstante, Stark aseguró en Canal N que ya salieron 100.
Sindicatos
Gutiérrez añadió que el directorio de Petroperú teme a los sindicatos, pese a que no tienen peso, lo que se evidencia en el hecho de que desde de 1994 -cuando se privatizó parte de la empresa- no han realizado ningún paro.
“Los sindicatos nunca han parado, de alguna forma se han puesto de acuerdo con la administración sobre aumentos y otras cosas. Menos podrían parar ahora, que hay peligro de cierre de la empresa. La gente no sigue a los sindicatos, pero el directorio les tiene miedo”, comentó.
Explicó que en la sede principal (San Isidro) hay cerca de 750 trabajadores que ya empezaron la desocupación del edificio, pues será vendido.
“Se entiende que los 750 trabajadores deben ir a Talara, porque en julio salió una norma que fija el domicilio legal de la empresa en esa ciudad. Sin esta norma, trasladar a los 750 a Talara implicaba pagar el gasto de instalación, pero con la ley, la empresa debería convocarlos a esa ciudad”, refirió.
Sin embargo, también dijo que la compañía estatal los mandó a trabajar de manera remota, una razón más por la que no necesitaban el edificio.
Utilidades
El expresidente de Petroperú recordó que en 2022 los 2,700 trabajadores de la empresa recibieron utilidades porque las hubo en la contabilidad en soles, pese a que la contabilidad en dólares dejó pérdidas.
En ese sentido, refirió que los trabajadores de la empresa reciben 16 sueldos, conseguido por los sindicatos vía arbitraje (ver infografía).
Detalló, además, que los montos de los sueldos están entre S/6,000 y S/39,000.
En el contexto de una empresa con problemas financieros -resaltó Gutiérrez- se envía a la gente a suspensión perfecta y se postergan pagos como la gratificación. No obstante, a pesar de la crisis por la que atraviesa la empresa estatal de hidrocarburos, el estatus de su personal se ha mantenido incólume.
Indicó que el directorio nuevo debe ponerse firme y convocar a los trabajadores a Talara y quienes no desean ir serían desvinculados, previo pago de sus CTS, gratificaciones y vacaciones truncas.
Manifestó que había un acuerdo de entregar 52 sueldos para el trabajador que deseaba retirarse, pero con la norma publicada en julio quedaría sin efecto.
Problema de fondo
Para Gutiérrez, el problema de fondo de la empresa es el sobreendeudamiento, “en el que los sindicatos no han tenido nada que ver porque los responsables son los directivos y los gerentes que lo aprobaron, desde el 2014 hacia adelante”.
Ese sobreendeudamiento, prosiguió, se generó con la apuesta por construir una nueva refinería en Talara.
“En 2014, se firmó un contrato con dos grandes items: retirar el azufre de los combustibles, que era obligatorio para reducir la contaminación, y modernizar y ampliar, que era opcional”, agregó.
Prosiguió que en lugar de decidir por la disminución del azufre, que costaba $1000 millones, se tomó una decisión netamente política, como ampliar y modernizar la refinería.
“Fue aprobado por el MEF de la época del 2014, con Luis Miguel Castilla y su jefe de gabinete, Alonso Segura. La deuda en términos reales la hace PPK, en 2017, que autorizó a Petroperú a endeudarse con $4,300 millones, pero ejecutó $3,300 millones. Los $1,000 millones restantes se ejecutaron durante el gobierno de Francisco Sagasti, en febrero del 2021″, precisó.
Sobre cómo pagará Petroperú su deuda, señaló que es complicado.
“Es complicado sin el apoyo del Estado; el Estado no se puede desatender con los bonistas de Nueva York o los bancos europeos, que terminarán reclamando al Estado, son cómodas cuotas que van hasta el 2032 y hasta el 2047″, manifestó.
La deuda con los bonistas y la banca europea se puede manejar, pero el problema es la deuda de corto plazo, con los proveedores, principalmente, los que le vendes crudo de petróleo.
Proveedores
Precisó que la deuda con los proveedores, el Estado debería darle garantía a sus facturas por cobrar para que le descuenten la deuda en la banca comercial, que ésta le compre las deudas.
En tanto, la deuda por pagar a los bonistas y la banca europea, hasta diciembre de 2024, es $170 millones, que si podría afrontarla.
El especialista refirió que la deuda total de la empresa suma $8,500 millones. “A los bonistas les debe $3,000 millones), a la banca europea $1,300 millones, a los proveedores $1,400 millones y la diferencia ($2,800 millones) al Estado.
El mayor problema es la deuda de corto plazo, como la que tiene con el Ministerio de Economía, que le prestó $750 millones, en mayo del 2022, y $800 millones en febrero del 2024.
“El MEF podría postergar la fecha de pago; que le pague solo intereses, pero la deuda con proveedores no se puede postergar, son $1,400 millones, es más complicado porque se paga con efectivo”, comentó.
AFIN
En tanto, la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN) recomendó alEjecutivo adoptar las propuestas que el Directorio de la empresa, con profesionales que ellos mismo designaron, ha alcanzado y no seguir postergando una decisión sobre Petroperú porque solo complicará aún más su situación.
Sobre si es mejor que la empresa entre a Indecopi o que el Estado siga inyectándole capital, señaló que no se puede seguir comprometiendo más recursos de todos los peruanos.
ComexPerú emplaza al Gobierno
ComexPerú exhorta al Gobierno a tomar una decisión, en el más breve plazo, acerca del manejo de la empresa petrolera estatal, en línea con las recomendaciones de su directorio; que busca generar eficiencias en la compañía para lograr su autosostenibilidad.
La gestión de PetroPerú es insostenible por su delicada situación financiera y malos manejos pasados, que solo está generando pérdidas.
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