Salud de pobladores del Valle de Tambo en peligro por contaminación del río Tambo. Foto: Difusión
Salud de pobladores del Valle de Tambo en peligro por contaminación del río Tambo. Foto: Difusión

La exposición prolongada al arsénico, ya sea por el consumo de alimentos o agua de fuentes contaminadas, provoca en las personas la aparición de diferentes tipos de cáncer como piel, vejiga y pulmón. Tras un muestreo realizado por el Ministerio de Salud a menores de 12 años y gestantes que viven en la provincia de Islay, se ha detectado que la mayoría de ellos presentan niveles elevados del metal pesado en la sangre.

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Entre agosto y septiembre del año pasado se evaluaron a 430 personas que residen en Matarani, Punta de Bombón, La Curva y El Arenal, el 90% de ellos eran menores de 12 años.

Según la jefa de la red de Salud Islay, Mónica Parra, las muestras fueron procesadas por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente para la Salud (CENSOPAS) del Instituto Nacional de Salud (INS) y en mayo obtuvieron los resultados en los que se alertó que el 75% posee niveles elevados de arsénico en el organismo.

Los resultados han comenzado a entregarse a los padres de familia, que se han mostrado sumamente preocupados, más aún porque su principal fuente de agua, como es el río Tambo, está sumamente contaminado.

Prueba de ello es la coloración amarilla que presenta su caudal desde hace una semana y se señala a la unidad minera de Aruntani, ubicada en la región de Puno, como la principal responsable de la contaminación que data desde el 2016 por la presencia de boro, magnesio y arsénico, el metal encontrado en los niños con la prueba hecha por el personal del Ministerio de Salud.

“Solo nos han informado de los resultados, pero no nos han dicho qué tratamiento deben recibir nuestros hijos y eso nos preocupa. A mi hijo le viene la tos persistente de vez en cuando por 15 a 20 días, antes era buen estudiante y cumplía, ahora lo veo muy distraído”, señaló con preocupación Antony Torres, padre de un niño de 9 años a quien le detectaron 78 microlitros de arsénico en la sangre cuando el nivel máximo es de 20.

MONITOREO

A través de una entrevista radial, Mónica Parra ha señalado que los resultados de la evaluación en los que se advierte un potencial riesgo para la salud de la población infantil del valle de Tambo no ha provocado, de momento, alguna alteración. “Los afectados no han presentado alguna sintomatología que implique complicaciones”, dijo.

Según el Ministerio de Salud, las manifestaciones, ante la exposición crónica al arsénico, se presenta en la piel con el cambio de color, lesiones cutáneas, durezas y callosidades en las palmas de las manos y las plantas de los pies.

También puede presentarse irritación en las vías respiratorias; debilidad, adormecimiento, dolor o disminución de la sensibilidad en manos y pies.

Mónica Parra agregó que a los pacientes se les debe hacer un seguimiento médico periódico en los establecimientos de salud de cada jurisdicción donde, además de evaluar su desarrollo y crecimiento, así como pruebas de hemoglobina también debe vigilarse algún cambio en la piel, ojos, mucosas y dentadura.

“Si se detectara alguna alteración se brindará el tratamiento correspondiente y a través de las teleconsultas se harán las recomendaciones del caso con especialistas de los hospitales”, precisó Parra tras señalar que entre agosto y octubre se les volverá a hacer una nueva evaluación para determinar si son dados de alta.

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