La presencia de un puente en la zona ha generado más tráfico vehicular, perjudicando a los comerciantes. (Foto: GEC)
La presencia de un puente en la zona ha generado más tráfico vehicular, perjudicando a los comerciantes. (Foto: GEC)

Hace 34 años, un grupo de comerciantes ambulantes fue desplazado del Centro Histórico de Arequipa hacia lo que hoy conocemos como la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, en el distrito de José Luis Bustamante y Rivero. Sin embargo, este traslado no estuvo exento de dificultades, el desorden y la informalidad pronto se convirtieron en el pan de cada día en este nuevo espacio.

El 25 de mayo fue el 34º aniversario de la primera asociación de la Federación Central de Trabajadores Autónomos (Fecetram), fundada en 1990 por Rubén Rojas, Dolores Turpo y Martha Callahus. Para ellos, el camino hacia la formalidad no fue fácil.

DESAFÍOS INICIALES

Rubén Rojas, secretario general del frente de defensa y uno de los fundadores, recuerda los desafíos iniciales de aceptar la reubicación propuesta por el alcalde de la Municipalidad Provincial de Arequipa, Luis Cáceres Velásquez. Esta decisión dio paso al crecimiento de otros mercados y centros comerciales en la zona. Sin embargo, la falta de planificación y visión a largo plazo marcó el destino de la plataforma comercial.

Hubo métodos inhumanos para que fuéramos reubicados. Compramos un terreno de 6800 m² que era una chacra, tuvimos que asfaltar y el sitio no era adecuado. Muchos fracasaron y otros tuvimos que vender como fuera”.

El desorden y la falta de un plan de trabajo han plagado la plataforma desde sus inicios. La congestión vehicular, la inseguridad ciudadana y el comercio ambulatorio han persistido sin solución a lo largo de los años, desafiando los esfuerzos de las autoridades locales por establecer el orden.

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La pandemia de la Covid-19 representó otro golpe para los comerciantes, quienes se vieron obligados a cerrar y enfrentar dificultades económicas significativas. A pesar de los intentos por recuperarse, las ventas siguen siendo un desafío, con una disminución del 60% en comparación con los niveles de prepandemia.

Dolores Turpo, quien antes trabajaba como comerciante ambulante en el centro de Arequipa, recordó que se enfrentaban a la Policía casi a diario en las calles Pierola, Alto de la Luna y Perú. Las constantes confrontaciones y el uso de gases lacrimógenos por parte de las autoridades los obligaron a tomar una decisión drástica: comprar terrenos en la zona del Avelino Cáceres, esperando encontrar un lugar más tranquilo para trabajar.

Nosotros trabajábamos en el suelo, luego teníamos tarimas porque teníamos licencia de funcionamiento en ese tiempo”, comentó Turpo, recordando los inicios en el Avelino. Sin embargo, la calma que esperaban nunca llegó.

La situación actual es complicada para los comerciantes formales de la plataforma comercial del Avelino. A pesar de cumplir con todos los requisitos municipales, como el pago de autovalúo y licencias de funcionamiento, las ventas han caído dramáticamente y ahora enfrentan una nueva amenaza: los ambulantes.

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Una vez que entran los ambulantes y nos han rodeado, ya no vendemos. A pesar de que nosotros somos formales, los informales tienen más ganancias que nosotros. A veces quisiéramos salir a las calles por la presión que tenemos por la municipalidad porque a veces no vendemos nada y como vamos a pagar. Las ventas han bajado, a veces solo por un cable nos dicen algo”, expresó con resignación.

Martha Callahua, una de las veteranas en este oficio, recuerda con tristeza los tiempos en los que ser ambulante era casi un delito. “Desde niña trabajo en la calle. Nos satanizaban bastante por ser trabajadores ambulantes, porque en ese entonces se hablaba de erradicación y no se podía hacer. Ahora, por lo menos, se habla de dar solución”, señala Callahua.

La lucha no fue fácil, sin embargo, los ambulantes no se rindieron.Estábamos en las calles y concientizábamos a la gente, haciéndoles entender que las calles sí podían ser nuestro lugar de trabajo, pero no podían ser eternos. Teníamos que buscar un lugar donde pudiéramos trabajar tranquilos. Decíamos que teníamos que buscar un lugar y esa era nuestra tierra prometida”, dijo Martha

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Esa “tierra prometida” tomó forma en la compra de terrenos. Ya que, con esfuerzo y perseverancia, lograron reunir el dinero necesario: “Cuando llegó el momento de comprar lo que eran las chacras, juntábamos entre varios, 1 intis o 2 intis todos los días, y con eso que reuníamos nos íbamos a comprar dólar. En ese tiempo costaba mil dólares la inicial para el terreno. De poco a poco terminamos de pagar el terreno”.

El presidente actual de la federación, Anastacio Churata, destacó la importancia de mantenerse resilientes ante los desafíos económicos y sociales. A pesar de las adversidades, los comerciantes continúan buscando formas de mejorar su situación y contribuir al desarrollo de la comunidad.

Aunque el aniversario de Fecetram se pospone para el martes 28 de mayo debido a las dificultades económicas, los comerciantes mantienen la esperanza de un futuro mejor.

“A pesar de que las ventas bajaron en un 60% debemos continuar, tenemos que seguir trabajando”, dijo el presidente.

POSIBLES SOLUCIONES

Varias gestiones municipales han anunciado planes de reordenamiento para la plataforma comercial Andrés Avelino Cáceres, ubicada en la ciudad de Arequipa, sin embargo, hasta el momento, los resultados permanentes se han hecho esperar. Tanto el alcalde distrital de José Luis Bustamante y Rivero, Fredy Zegarra Black, como los fundadores de la plataforma comercial, coinciden en que se requiere una intervención articulada para lograr su modernización.

Con más de 35 mil comerciantes y más de 45 mercados entre centros comerciales y asociaciones, la plataforma es un importante motor económico que genera miles de empleos. Según declaraciones del alcalde Zegarra Black, durante la semana unas dos mil personas se dedican a la venta ambulatoria, cifra que se duplica los fines de semana.

El plan de reordenamiento incluye el apoyo al saneamiento de los terrenos, coordinación con la Municipalidad Provincial de Arequipa (MPA) y el Gobierno Regional para mejorar las vías de acceso y el sistema de transporte en la plataforma comercial. Sin embargo, la ejecución de estas acciones se ha visto demorada por trámites burocráticos.

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Estamos a la espera desde hace 2 meses pidiendo la facultad a la MPA porque queremos desarrollar el perfil y el expediente para la ejecución de una obra para viabilizar una infraestructura vial moderna en la plataforma Andrés Avelino Cáceres”, expresó Zegarra Black.

La modernización de la infraestructura vial no solo mejoraría las condiciones de transitabilidad, sino que también ayudaría a disminuir la presencia de comerciantes ambulantes en la zona. Además, se continuará con la formalización de mercados para fortalecer el ordenamiento comercial.

La conmemoración del aniversario de Fecetram es un recordatorio de los retos persistentes y de la resiliencia de los comerciantes que, pese a las adversidades, siguen apostando por la formalidad y el desarrollo de la plataforma Andrés Avelino Cáceres.

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