La ciudad fue sede del primer encuentro de la Red de Ciudades Peruanas Patrimonio Cultural de la Humanidad Ciudadanía e Identidad. (Foto: Correo)
La ciudad fue sede del primer encuentro de la Red de Ciudades Peruanas Patrimonio Cultural de la Humanidad Ciudadanía e Identidad. (Foto: Correo)

Arequipa fue sede del primer encuentro de Red de Ciudades Peruanas Patrimonio Cultural de la Humanidad Ciudadanía e identidad donde diferentes funcionarios de cuatro zonas del país participaron activamente para trabajar en la preservación de casonas monumentos históricos. Al respecto, Correo conversó con Eduardo Ugarte y Chocano, periodista y promotor cultural.


¿Qué significa ciudades Patrimonio Cultural de la Humanidad? No solo ciudades, sino sitios, que son espacios con “un valor universal excepcional” determinado por la UNESCO, según una lista de diez criterios. Por ejemplo, nuestro Centro Histórico fue declarado Patrimonio Mundial en base a representar una obra de arte del genio creador humano, y constituir un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana. La arquitectura ornamentada en el Centro Histórico de Arequipa representa una obra maestra de la integración creativa de características europeas y nativas, cruciales para la expresión cultural de toda la región, y es un ejemplo de asentamiento colonial, con influencias indígenas, el proceso de conquista y evangelización, así como la espectacularidad de su entorno, lo que reconoce nuestra arquitectura como el producto de la unión de dos culturas, y la herencia prehispánica de la campiña.

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¿En este encuentro que se desarrolla en Arequipa, qué ciudades participan? Las municipalidades de Lima (gerente de PROLima Luis Martín Bogdanovic), Rímac (alcalde Pedro Rosario Tueros), Cusco (teniente alcaldesa Romi Infantas) y Arequipa (gerente del Centro Histórico César Berrios), por tener centros históricos declarados Patrimonio Mundial que conforman la “Red de Ciudades Peruanas Patrimonio Cultural de la Humanidad”, y que esta semana han iniciado en nuestra ciudad los encuentros que se harán cada cuatro meses, turnando las ciudades sede, para cambiar experiencias y encontrar soluciones a problemas comunes.

¿Cuáles son los temas específicos? En este primer encuentro las cuatro ciudades han expuesto sus planes de protección y conservación de sus centros históricos desde las municipalidades, así como su relación con organizaciones de la sociedad civil, como el Comité Peruano del Escudo Azul, para fortalecer capacidades y acciones en la recuperación de monumentos y patrimonio declarado o por descubrir, como se está haciendo al encontrar expresiones culturales que el tiempo y modificaciones ocultaron en construcciones en Lima y en el subsuelo de Cusco y Arequipa. Asimismo, sobre el trabajo orientado a la participación ciudadana y su compromiso frente al patrimonio.

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La pandemia afectó mucho a las ciudades patrimonio, no hay turismo. Cierto. Las cuatro exposiciones han coincidido en que la pandemia y las medidas de protección han afectado a la normalidad de la vida en los centros históricos, así como sus funciones, especialmente la orientada al turismo, por lo que una de las medidas adoptadas ha sido la de autorizar el uso de terrazas contiguas a restaurantes y centros culturales y artísticos, así como estimular ferias itinerantes.

Arequipa está cumpliendo los compromisos de ciudades patrimonio, ¿qué falta? Por la pandemia se han suspendido varios proyectos, así como han aparecido otros, especialmente promovidos por inmobiliarias, que ponen en riesgo nuestro paisaje urbano y nuestra permanencia en la Lista de la UNESCO de Patrimonio Mundial.

La casa del poeta Melgar es un ejemplo claro del descuido, ¿cómo ve este asunto? Me parece positiva la intervención de la Municipalidad Provincial para propiciar que la llamada Casa de Melgar -que tiene una nueva edificación en el espacio donde nació el poeta y prócer de la independencia- sea recuperada para promover actividades culturales y artísticas. Esta es la dedicación que necesitamos para conservar nuestro patrimonio.