La situación económica en el país no es de las más favorables tras ingresar a una etapa de recesión, según lo admitió el propio Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Esto ha generado que se presenten diversos factores negativos, entre los que resalta una considerable reducción de inversiones por parte del capital privado. La principal consecuencia de ello es la reducción de empleo, como ha ocurrido en la ciudad de Arequipa.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), al tercer trimestre del año 2023, la población ocupada de la ciudad de Arequipa fue de 487 mil personas, la cual disminuyó 6.2% (-32 mil personas) respecto al mismo trimestre del 2022, según detalló miembro de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES), Patricio Lewis.
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“Estamos en una recesión, los empresarios empiezan a despedir gente cuando ellos ven que las cosas y la confianza a largo plazo no es buena. Si tú ves que el panorama no es bueno, tú vas a preguntarte para qué voy a seguir contratando gente. Mejor me deshago porque no veo que haya una cosa que me pueda ayudar a mantener a una persona y generar rentabilidad”, agregó.
El sector más afectado es el de servicios, constituido por ramas de actividades como la hostelería, el comercio, la limpieza, la sanidad, la educación, el transporte, el turismo, las finanzas, entre otros. Así, uno de los motores que impulsan el crecimiento económico del país (inversión privada) afronta una notable desaceleración, siendo que, sumada la desconfianza en las condiciones políticas del país, genera un menor impulso económico.
“Hay que tener en cuenta que el 90% de las empresas en el Perú, son empresas pequeñas. Eso es, por ejemplo, cuando un taxista no quiere renovar las llantas de su carro porque no sabe cómo le va a ir, va a seguir usando esas llantas hasta que le duren. Entonces no está haciendo inversión ahora y, a su vez, el vendedor de llantas deja de contratar personal porque ve que no hay una motivación para hacerlo hasta para mover llantas, deja de importarlas, es una cadena hacia atrás”, dijo.
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Desinterés. No obstante, pese al creciente desempleo en la región, las autoridades de los tres niveles de gobierno demuestran un notable desinterés por mejorar estas condiciones económicas. Prueba de ello es lo que sucede en el Gobierno central, puesto que incluso se han presentado contradicciones para impulsar proyectos mineros, como ocurrió en el caso de Tía María. Lo mismo ocurre desde el Legislativo, toda vez que se viene normando con criterios sesgados, aseguró el economista y docente de la Universidad Católica San Pablo, Manuel Bedregal Salas.
El especialista también criticó al Gobierno Regional de Arequipa, entidad que ha tenido escasos resultados en el destrabe de grandes proyectos y mucho menos se han impulsado nuevas obras con adecuado criterio por parte de la gestión de Rohel Sánchez.
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“Por ejemplo, se anunció una carretera que va a unir Yarabamba con Cocachacra, una obra de 398 millones bajo la modalidad de Obras por Impuestos (...) con ese dinero se pudo hacer algo más prioritario, yo me pregunto, ¿esa carretera es prioritaria?, ¿se ha medido el flujo de vehículos?, ¿no hubiera sido mejor hacerle una segunda pista a la Panamericana que va hacia Lima?”, dijo.
Asimismo, señaló que debió impulsarse el mejoramiento de la infraestructura educativa en la región, toda vez que no solo beneficiaría a los escolares, sino que se diversificaría la oferta de empleo en diversas provincias. También señaló que hay una lenta gestión para destrabar los hospitales de Arequipa.
Bedregal señaló que, sumado a este aparente desinterés de las autoridades, debe considerarse que algunas empresas han empezado a sustituir puestos de trabajo con la implementación de inteligencia artificial, un proceso que, si bien simplifica el proceso de compra, también reduce en alguna medida la oferta laboral.
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