Ser piloto era solo sueño de hombres, o al menos, así se creía en la década de los 70, cuando las “profesiones y oficios” estaban marcadas para las mujeres y los varones. Sin embargo, Dionny Guzmán Cárdenas, luchó contra la opinión de sus familiares y la sociedad para convertirse en la primera piloto FAP de Arequipa.
El roce con los hombres, las galanterías que la intimidaban, la llevaron a renunciar sus estudios de Medicina en la Universidad Nacional de San Agustín, luego de terminar la secundaria en la provincia de Castilla. “Por engreimiento perdí toda una profesión”, lamenta la mujer, al recordar sus años de juventud.
Al retornar a Castilla, se habilitó una plaza como directora en el colegio de Tipan y gracias a la sugerencia del entonces ministro de Justicia, Javier de Belaúnde, obtiene la plaza, no sin antes prepararse en tiempo récord de 15 días para ocupar al cargo.
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Esfuerzo
El entonces supervisor de Castilla, lo que ahora es director de UGEL se encargó de la preparación en Aplao. “Salí diestra en lo pedagógico, técnico y administrativo”, recuerda con entusiasmo. Su proyección era estudiar docencia en la Normal Superior Reginaundi y así fue. Dejó el trabajo, postuló e ingresó para formarse profesionalmente por 3 años, desde 1962.
Al terminar sus estudios, la directora de esta institución superior la motivó a quedarse en Arequipa, para dar clases por televisión, enseñar a través del canal 6, como teleescuela popular. Sin embargo, tenía la consigna de que la enseñanza tenía que ser presencial, por lo que eligió a Pampacolca, como su lugar de trabajo, por el cariño de sus ancestros, pese a que ella había vivido y estudiado en Viraco.
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Luego de 4 años de enseñanza, pero también de aportar con la comunidad junto al alcalde distrital para construir la torre de la iglesia, la plaza de toros, mejorar las calles, entre otros, con la organización de rifas y peleas de toros, en 1971 se trasladó a Arequipa para convertirse en la docente de la Normal Superior Reginaundi, donde había estudiado.
Destino
Un día común caminaba por el portal de la Plaza de Armas, cuando observó que un hombre caminaba elegante con su uniforme de la FAP, vestimenta que ella anhelaba usar y se lamentaba de no ser hombre para convertirse en piloto.
Curiosamente el hombre se detuvo y tras observarla, consultó si era hija de Edgar Guzmán, a lo que ella asintió rápidamente. “eres mi sangre hijita, soy el coronel Néstor Huaco”, se presentó el hombre de uniforme.
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La joven confesó que lamentaba no ser varón para convertirse en aviador, a lo que su pariente se ofreció a acompañarla a la sede de la FAP Ala 3, en ese entonces ubicada en Vallecito.
Pero, no había escuela de formación para mujeres y decidieron trasladarla al Aero Club Arequipa, la que quedaba en la Av. Aviación, donde ahora se ubica la III División del Ejército. No podía estudiar sola, por lo que se hizo una convocatoria masiva y 38 fueron los postulantes, Dionny fue la única mujer. Finalmente, solo 3 se graduaron.
¿Cómo nace su pasión por los aviones? Al parecer, su suerte estaba echada. Desde pequeña le gustaban las aeronaves, pero cuando aún estudiaba la primaria, un vidente llegó a la casa de su abuela materna en Viraco y tras leer la suerte de todos los miembros mayores, tocó el turno de la pequeña Dionny. Luego de seguir las instrucciones como girar un disco con el dedo índice, el hombre les dijo a los expectantes que ella se convertiría en una profesional, en una aviadora y que tendría un accidente. La familia echó a reír, incrédulos de lo que decía, porque era mujer para convertirse en piloto.
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Dedicación
Durante su formación en el Aero Club Arequipa con docentes de la FAP y el apoyo del coronel FAP Oswaldo Zarabia, el comandante Alipio Molina, el mayor Gonzales yel comandante Julio Noriega, la joven soñadora ponía todo su esfuerzo para lograr su objetivo. Sus clases eran de 5:00 a 20:30 horas y sus prácticas durante los fines de semana, por lo que su trabajo como docente en el instituto no fue interrumpido.
Su formación no fue fácil, algunos pilotos la hacían sentir incómoda con comentarios machistas como “deja el oficio para los varones”, pero ella supo sobreponerse y continuar con su objetivo. Para pilotar sola una aeronave tenía que realizar 15 vuelos acompañados del instructor Augusto Feria, pero en el onceavo vuelo, ella amenazó a su instructor con quejarse si no la dejaban volar sola, puesto que ya se sentía preparada y el 23 de febrero de 1975 hizo su primer vuelo en el avión Piper 90.
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El 5 de marzo del mismo año fue su bautizo y grado de piloto en la Base Aérea N°4 de La Joya. Pero el gran bautizo, significaba beber un preparado a base de cerveza, whisky, pisco, champagne, 2 huevos, pimienta y sal. Dionny resistió y hasta bailó. La licencia de piloto 1231 la recibió el 23 de setiembre.
Accidente
El accidente que el vidente advirtió, ocurrió el 21 de octubre de 1975, cuando volaba de Arequipa a Viraco en el Piper 086, cuando Dionny iba de copiloto y la nave perdió altura, pero aterrizaron sobre montículos de tierra. La joven solo salió ilesa.
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Hoy, alejada de su nave, pero con su corazón siempre en los cielos, lleva consigo sus fotos de aquellos vuelos. “Cuando estaba en el cielo, me olvidaba de todos los problemas, era yo y mi nave”, nos cuenta emocionada al afirmar que ahora es reserva de la FAP.
En este Día de la Mujer, nos deja en claro que, los sueños y metas se pueden cumplir y los obstáculos del momento pueden ser superados. “Yo cumplí mi sueño, en una sociedad machista, en un trabajo lleno de hombres, fui el orgullo de todos”, dijo sonriente, la orgullosa mujer.