Era un pintor territorial. Solo dejaba momentáneamente su Yanahuara para recibir premios, exponer o dictar clases. (Foto: Archivo del artista)
Era un pintor territorial. Solo dejaba momentáneamente su Yanahuara para recibir premios, exponer o dictar clases. (Foto: Archivo del artista)

Hablar de Francisco Mostajo es referirnos a uno de los hombres célebres que ha tenido Arequipa. El arqueólogo y estudioso  Pablo de la Vera Cruz Chávez nos habla sobre el caudillo y su enorme amor por la patria chica.


¿Quién fue Mostajo? Francisco Mostajo Miranda nació el 3 de octubre de 1874 en Arequipa, vivió en el centro de la ciudad en la calle Santa Catalina 223. Estudió en la escuela pública, y después en el Colegio Nacional Independencia Americana. Posteriormente en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, estudió Jurisprudencia y Ciencias naturales; donde se graduó de abogado y pasó a ser profesor de esa universidad.

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¿En qué campo fue más valioso; como abogado, literato o político? Su experiencia en la vida urbana y su formación tanto en las leyes como en las ciencias, lo llevó a entender mejor que nadie los diferentes aspectos de la “identidad de los arequipeños” y conocer sus problemas; pero además optar por un profundo compromiso por Arequipa, y darles soluciones. Así, tanto en el campo de la jurisprudencia, como en el de la sociología, el periodismo y la cultura en general; desarrollo una colosal tarea ciudadana; fundando y dirigiendo revistas, promoviendo la actividad política entre los alumnos y vecinos, y ejerciendo la representación parlamentaria como Diputado por Arequipa.

En las letras, ¿cuál fue su obra más importante? Como académico que fue; escribir fue su oficio y el medio de trasmitir sus ideas y entusiasmo. Escribió y dirigió diferentes revistas como “La Ilustración”, “El zurriago”, “El Volcán”, “Escocia”, “Melgar, “El Ariete”, “Juventud”, “El Ají Verde”. Escribió sobre los personajes más importantes de Arequipa, sobre el teatro y sobre las tradiciones. Además, mantuvo comunicaciones por carta con las personas más notables el país y el extranjero. Toda esta última producción literaria esta inédita.

Su obra está dispersa, ¿cómo se la puede reunir? Felizmente casi toda su biblioteca y especialmente cartas, fotos y manuscritos se encuentran en el “Archivo Mostajo” de la Facultad de Ciencias Histórico Sociales de la UNSA, y otra parte en la Biblioteca Municipal. La UNSA tiene un proyecto de investigación y edición de la obra completa. Pero lo más importante es que dejo seguidores, como Héctor Ballón Lozada, Eusebio Quiroz, Juan Carpio Muñoz; que han continuado su obra.

¿Cómo hacer que los jóvenes puedan conocer sus obras? Tal vez la obra compilatoria de mejor consulta son los 6 volúmenes de la “Antología de Francisco Mostajo”, reunida por Eusebio Quiroz Paz Soldán y Álvaro Espinoza De la Borda, publicada por la Compañía Cervecera del Perú en 2002, y que se encuentra en la Biblioteca Mario Vargas Llosa y en la Biblioteca Municipal.

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¿En la revolución del 1950, Mostajo fue la figura principal? No fue una Revolución como se la llama popularmente, sino que fue un movimiento popular de protesta. Francisco Mostajo fue convocado como persona importante e influyente de la ciudad y su rol fue de calmar los ánimos y plantear y asegurar la solución del conflicto, asegurando siempre los intereses de Arequipa.

¿Tuvo descendencia? Su hija Julia Mostajo fue la que se encargó de asegurar y difundir el legado de su padre, su biblioteca y colecciones, sus cartas y fotografías. Posteriormente su nieta Nazaret Marroquín Mostajo continua con esta tarea hasta la actualidad.

Después de su muerte muchos han querido ser caudillos, ¿alguno puede ser tan grande como él? Es difícil comparar a los hombres de diferentes épocas, pero indudablemente la trascendencia de Francisco Mostajo Miranda como el líder y tribuno de Arequipa es inigualable. La imagen, el respeto, la autoridad que logro entre los arequipeños; y su compromiso social son irrepetibles. También la identidad de Arequipa ha cambiado desde entonces. Tal vez en tiempos actuales Juan Manuel Guillen Benavides logró un rol parecido.