Melitón Anco, un papá canillita en Arequipa, que trabaja desde los 12 años para sacar adelante a su familia

Desde los 12 años Melitón Anco Picha se ha dedicado a vender periódicos y nunca pensó que tendría que enfrentar una pandemia y todos los riesgos de salud que ello implicaría. “Recuerdo que en mi casa hicimos una habitación de esteras que estaba separada de las otras habitaciones y ahí he vivido desde el año pasado hasta hace unas semanas. Era un extraño en mi propia casa, pero ¿Qué más podía hacer si tenía que proteger a mi familia”, narró.

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Los cambios fueron duros porque no tenía ningún contacto con sus 4 hijos: Elizabeth, Erick, Walter y Berly. Su esposa María no descuidó en ningún momento su alimentación, ropa y demás; sin embargo Melitón extrañaba conversar y almorzar todos juntos en la mesa donde solían conversar.

Conforme pasaron las semanas y luego meses iba recibiendo las malas noticias de los clientes que iban falleciendo uno a uno; todavía recuerda con nostalgia a una pareja de esposos que vivían en Río Seco. “Tenían menos de 70 años y siempre compraban dos periódicos, eran muy alegres y amigables, pero a la vez exigentes porque tenía que ser puntual con su pedido, ahora los hijos ya no compran nada. Es difícil tener clientes como ellos por eso siempre los recordaré”, conversa un tanto nostálgico.

Pero no solo pasó momentos tristes con los compradores porque el fundador del sindicato Ciudad Blanca, al cual pertenece, Eustaquio Surco, fue contagiado y a pesar de tener 50 años, no pudo resistir y dejó de existir. Hasta ahora ya van 7 compañeros de su sindicato que fallecieron y otro número mayor de infectados.

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Debía pensar en alimentar a su familia

En medio de tantas malas noticias, Melitón tuvo que ingeniárselas para que ofertar los periódicos, sin embargo las ventas han disminuido en un 60%, pero él no se rinde y todos los días sale a la calle con la firme consigna de encontrar nuevos clientes.

Recorre una y otra asociación de vivienda del populoso distrito de Cerro Colorado, no deja en ningún momento la mascarilla y el alcohol para desinfectar las manos, el dinero y todo lo que agarra, cuando la situación lo amerita se coloca el protector facial, pero asegura que su mayor arma contra el coronavirus es evitar los lugares donde hay aglomeración de gente. “Felizmente mis ventas son a las viviendas donde les entrego los diarios por las ventanas u otro lugar que evite el contacto directo”, explicó.

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Al celebrar el día del padre, Melitón agradece a Dios no haberse infectado de Covid y reconoce que lo más valioso que puede tener en la vida es su familia que es su principal estímulo para seguir luchando diariamente para buscar el sustento de los suyos. “No debemos rendirnos y cuidarnos mucho para que este virus no traiga más desgracia”, recomendó.

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