:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/V4TXRGIUTJFNTE6TJAJJW5UBLM.jpg)
El centro ceremonial y observatorio solar de Chankillo, ubicado en la provincia ancashina de Casma, fue declarado por la Unesco como Patrimonial Mundial de la Humanidad.
DECLARATORIA
Ayer, en la decisión del Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco, que sesiona en la ciudad suroriental de Fuzhou de China, se declaró a Chankillo como sitio arqueoastrológico. Este reconocimiento busca garantizar su protección, al ser considerado un lugar con un valor universal excepcional para la humanidad.
Los investigadores destacan que en el complejo arqueológico ubicado en Áncash se llevaron a cabo observaciones astronómicas directas entre los años 500 y 200 antes de Cristo, siguiendo el movimiento anual del sol para regular festividades religiosas y otros eventos estacionales.
El observatorio de Chankillo se distribuye en tres sectores que cubren unos cuatro kilómetros cuadrados en los que se hallan 13 torres, un templo circular y una plaza, construidos con tierra y barro.
EMOTIVO
La decisión de la Unesco llenó de alegría y orgullo a la población ancashina, principalmente a los que viven en Casma.
En el marco de las celebraciones por el bicentenario del país, se realizaron diversas actividades en la plaza de armas de esta ciudad, en las que también se resaltó el valor cultural y turístico de Chankillo, que ahora cuenta con el reconocimiento mundial.
El arqueólogo y director del proyecto Chankillo, Iván Ghezzi, recibió con gran satisfacción la decisión de la Unesco y pidió al flamante presidente de la República, Pedro Castillo, visitar este importante observatorio solar a fin de que disponga las acciones necesarias para su puesta en valor.
