A pocos metros de la plaza de armas de Huarmey, en la costa de Áncash, funcionaba un prostíbulo clandestino, el cual era administrado por un hombre de 74 años.
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Los agentes del Área de Investigación de Trata de Personas de la Policía recibieron información de que en este lugar mujeres peruanas y extranjeras venían ejerciendo la prostitución sin ningún tipo de control sanitario y en beneficio del propietario del inmueble.
Los policías llegaron al local situado en la calle 28 de Julio. En el primer ambiente había algunos hombres consumiendo bebidas alcohólicas, pese a que este inmueble no contaba con licencia municipal para funcionar como bar o un rubro similar.
Luego, los agentes del orden constataron que en la casa había varias habitaciones donde, al parecer, se ejercía la prostitución debido a que se encontraron preservativos. Además, se halló a una ciudadana ecuatoriana que reconoció dedicarse al meretricio, pero -según dijo- ejercía dicha actividad en otros lugares.
Los policías detuvieron al dueño del inmueble, quien fue identificado como José Francisco Pajuelo Chinchay (74), conocido como “Pitico”, para ser investigado por el delito de favorecimiento a la prostitución. De igual forma, se intervino a Gianina Escobar Gurreonero (31), quien trabajaba como mesera.
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Vale mencionar que, el septuagenario fue intervenido en septiembre del año pasado en el referido inmueble por el mismo delito.