Cerro Sechín, ubicado en la costa de Áncash, es uno de los sitios ornamentados más antiguos de América gracias a sus más de 300 litoesculturas (piedras talladas) que delimitan el edificio principal. En este lugar se realizó un importante proceso de conservación gracias al financiamiento de cerca de medio millón de dólares otorgado por la Embajada de los Estados Unidos, el cual fue ejecutado por World Monuments Fund (WMF) Perú.
Sigue leyendo: Áncash: Agricultores son capacitados en cultivo de arveja Usui para obtener mayores ingresos
La referida institución mencionó que esta intervención ha permitido arrojar un diagnóstico y una propuesta para frenar su inminente deterioro e iniciar un proceso de sostenibilidad de la mano con la población local. Estos trabajos han sido principalmente liderados por mujeres, bajo la dirección de Mónica Suárez Ubillús, directora del “Proyecto de investigación arqueológica con fines de investigación y puesta en valor de Cerro Sechín”, y de Ingrid García, artista plástica especializada en conservación y restauración de obras de arte con experiencia en conservación en piedra.
En estos meses, el equipo de conservación se enfocó, además de la recuperación del estado crítico en que se encontraba el sitio arqueológico, a desarrollar un plan de mantenimiento y, complementariamente, una evaluación estructural y estudio de riesgos y vulnerabilidad de Cerro Sechín.
“La intervención incluyó estudios previos, la limpieza superficial de las piedras talladas, el estudio de materiales en canteras del sitio y se realizaron diferentes procesos de consolidación para determinar el más adecuado y asegurar que las litoesculturas no vuelvan al estado crítico inicial. Todas las actividades fueron minuciosamente registradas y documentadas, como parte del proceso científico, así como para que equipos futuros puedan continuar con esta ardua labor de la protección de nuestro patrimonio”, explicó Ingrid García, responsable de la conservación lítica.
En total, se han descubierto más de 300 litoesculturas talladas en Cerro Sechín, lo que representa uno de los sitios ornamentados más antiguos de América. Parte de su iconografía se utiliza en la decoración de los principales edificios públicos y plazas de la ciudad de Casma, mostrando la identificación del sitio patrimonial con la población local.
CONSERVACIÓN
Desde su descubrimiento en 1937 por el emblemático Julio C. Tello hasta el más reciente proceso de recuperación a cargo de WMF, Cerro Sechín -localizado en la provincia de Casma- había sufrido el deterioro de sus famosas litoesculturas.
No obstante, ahora -gracias a la apuesta de la transmisión de conocimientos, técnicas y especialización del capital humano local- existe una población aledaña al sitio arqueológico empoderada y capacitada para realizar intervenciones básicas de conservación, el mantenimiento del monumento y su cuidado.
Te puede interesar: Nuevo Chimbote: Preparan torta de 60 kilos para celebrar la independencia del Perú
“Uno de los principales objetivos del proyecto es lograr la conservación de las litoesculturas y empoderar a la población para este fin. En ese sentido, se realizaron capacitaciones integrales, es decir, se les enseñó desde técnicas generales hasta más específicas de conservación lítica. Ahora los operarios cuentan con el conocimiento necesario para identificar problemas en piedras, limpiezas superficiales, consolidación, manejo de implementos de seguridad personal, etc.”, resaltó Elías Mujica, director ejecutivo de WMF Perú.