En Cusco se dio inicio oficial a las celebraciones navideñas con el encendido de un circuito integral de luces que transforma los principales espacios del distrito de Wanchaq en un escenario de encuentro familiar, identidad cultural y movimiento económico. Esta propuesta, diseñada como una experiencia navideña única en la ciudad, busca ofrecer a vecinos y visitantes un espacio seguro, acogedor y lleno de simbolismo andino.
La noche inaugural comenzó en el boulevard de la calle Cecilia Túpac Amaru, que fusiona la estética de la Navidad con elementos propios de la cultura andina. Luces cálidas, textiles, decoración tradicional y estaciones gastronómicas con bebidas reconfortantes como café y chocolate acompañan el recorrido, pensado como un espacio para compartir en familia y combatir el frío propio de la temporada.

Durante el acto protocolar en la Plaza Túpac Amaru, el alcalde de la Municipalidad Distrital de Wanchaq, William Peña, destacó que esta programación navideña ha sido pensada para fortalecer la unidad familiar, promover espacios de sano esparcimiento y cumplir con cada una de las actividades anunciadas. Asimismo, resaltó el trabajo articulado con Gercetur y aliados del sector privado.
Destacó que parte del circuito mágico navideño continúa con la ‘Fábrica de Sueños’, un conjunto de elementos simbólicos que evocan la magia y la esperanza de la Navidad, donde destacan el Árbol Navideño Andino, el Corazón de Muérdago y los arcos iluminados, sin dejar de lado el ‘Retablo de los Deseos’ que se convierte en uno de los espacios más representativos, con un nacimiento andino elaborado por la familia Mendívil, acompañado de iluminación led, elementos artísticos andinos, la ‘Casita de Jengibre’ y de los ‘Buenos Deseos’.

Asimismo, se ha implementado el espacio ‘Qosqo Makikuna’, donde se pone en valor el arte popular cusqueño, con especial énfasis en los maestros artesanos reconocidos por su trayectoria. En paralelo, la Feria Navideña Artesanal reúne un total de 406 stands, de los cuales 40 corresponden a artesanos y maestros cusqueños y 100 están destinados a hermanos de comunidades campesinas, generando una proyección de ventas que alcanza los tres millones de soles y una asistencia estimada de más de 100 mil personas durante toda la temporada.







