El sector agrario en la región -como en todo el país- se halla en emergencia y en busca de una declaratoria. Es el sector más olvidado por la clase política por falta de voluntad y desconocimiento, por ello, se hace necesario que ocupe los primeros lugares en la agenda de los próximos parlamentarios por Junín.
Riego y titulación
La agricultura no da frutos para nuestros productores por dos motivos, asegura el director regional de Agricultura Ulises Panez: la falta de riego, pues el 70 % de nuestra superficie agrícola no lo tiene.
Lo segundo es: la titulación, más de 100 mil predios en Junín no tienen título de propiedad. Si las tierras de los agricultores no tienen título y no tienen riego ¿Cómo pueden ser competitivos, aplicar tecnología, acceder al mercado o pensar en exportación?
Falta de tecnología
Para el ex parlamentario y ex presidente de la comisión agraria del Congreso, Federico Pariona, el problema de la agricultura en Junín radica en la falta de tecnificación, pues se sigue haciendo lo mismo desde hace décadas. Siembra con mala calidad de semilla y guano, no hay diversificación de productos, es decir se necesita modernizar la agricultura, fortalecer los centros de investigación (INIA), mejorar la producción y además financiamiento.
Falta presupuesto
La dirección de Agricultura de Junín (DRA) tiene proyectos por más de 400 millones de soles para mejorar el riego tecnificado, para canales de riego en Sapallanga se necesita 65 millones, para Jauja- Ricrán y Tapu 35 millones, para Palcamayo 35 millones , Chupaca 25 millones y requiere 42 millones para un proyecto de titulación de cerca del 50% de predios que aun faltan titular
Sin embargo, a pesar de tener los proyectos listos, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha rechazado su financiamiento por falta de recursos.
El covid agrava el problema
El estado de emergencia a causa del covid -19 no ayuda al sector, mucha de la producción va a tener inconvenientes de llegar a los mercados. Las restricciones como en la primera vez, hacen que se incremente el costo del flete, hay restricciones de movilización no hay personal para la cosecha.
Se ha reducido la campaña agrícola en un 30%, porque muchos agricultores se han descapitalizado en la primera ola y no han tenido dinero para comprar insumos y semillas para poder sembrar.