El país enfrenta una situación preocupante respecto al hambre. De acuerdo al Índice Global del Hambre (IGH) 2024, el Perú consiguió un puntaje de 19.6 por segundo año consecutivo, y sigue enfrentando su peor situación alimentaria desde 2008. “La inflación de 2022, junto con la recesión e inestabilidad de 2023, han generado un deterioro económico y social, estancando el combate contra el hambre”, informaron las organizaciones. El estudio destaca que 10 regiones del Perú mantienen una situación de hambre “grave” durante el 2022 y 2023, lo que subraya la gravedad de la crisis alimentaria. Se trata de Pasco, Cusco, Junín, Ucayali, Puno, Huánuco, Loreto, Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, de acuerdo a la red Alliance2015, conformada por las organizaciones Ayuda en Acción, CESVI, Helvetas y Welthungerhilfe. Mientras que otras 13 regiones se encuentran en una situación “moderada”.
Razones
El economista Daniel López realizó una evaluación de los motivos por los que Junín y otras 9 regiones están en situación de hambre “grave”. “Hay dos aspectos fundamentales. El ingreso familiar promedio y la canasta básica familiar, actualmente la Remuneración Mínima Vital (RMV) es de S/1,025, es decir, legalmente no se puede pagar menos de ello, y la composición de la canasta básica familiar para una familia de 4 personas al 2023 según el INEI era de S/1,784, entonces vemos un desfase inicial. Otro punto importante es la inflación real que tenemos a la fecha, de igual modo el Índice de Precios al Consumidor que muestra que productos de primera necesidad como el huevo, pollo, azúcar, arroz tuvieron variación considerable, sin embargo, los sueldos por décadas están congelados”, manifestó.
Sugirió que para que se pueda acceder a una canasta básica familiar, sería incrementar la RMV, políticas públicas de incentivo a la producción interna, con los sectores respectivos. “Evitar importar si podemos producir para el mercado interno a precios competitivos. Las políticas públicas deben estar orientadas a mejorar la calidad de vida de la población. Se debería tomar en cuenta que muchas regiones tienen alto potencial en producción de ciertos alimentos, por lo que la sugerencia es la articulación entre los ministerios de agricultura, producción, educación y salud para implementar programas de seguridad alimentaria basado en lo que producimos”, señaló.
Finalmente, el representante del Centro Peruano de Estudios Sociales, Miguel Pintado, indicó que hay causas directas para este resultado. “Hay aspectos coyunturales con la situación nacional, pasamos por la inestabilidad económica y política, crisis social, pero también de coyuntura internacional, puesto que nuestro sistema alimentario está expuesto a la volatilidad de precios, que ha elevado costos de las familias y sobre todo para los más pobres”, refirió.