Se debe reducir el uso de pirotécnicos en las celebraciones de Año Nuevo, ya que son muy peligrosos. A la fecha, la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) reveló que solo hay 7 ferias con permiso en el país para vender productos pirotécnicos. “En la región Junín ninguna feria tiene permiso para la venta de pirotécnicos”, dijo el jefe zonal de Sucamec en Junín, César Richter Kuestto.

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Autorizados

Los únicos puntos autorizados para la comercialización legal de productos pirotécnicos son las ferias que están ubicadas en Los Olivos y Rímac (Lima), Lambayeque, La Libertad, Piura, Loreto, y Arequipa. “Aquellos que vendan de forma ilegal serán sancionados de acuerdo a la normativa, además cada municipio también debe supervisar esto”, precisó.

Exhortó que, está prohibida toda comercialización de pirotécnicos en las otras 19 regiones del Perú, y la ciudadanía puede denunciar la venta ilegal de estos productos. Para ello debe ingresar al aplicativo móvil de la institución, o llamar al 412 0000 o escribe al correo . “Debes ingresar a la dirección del local ilegal, y una breve descripción del reporte”, se lee. Y una vez que Sucamec recibe la denuncia inmediatamente se coordina la ejecución de los operativos y el decomiso de los productos.

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Perjudicial

La especialista en Otorrinolaringología del Hospital Daniel Alcides Carrión, Jhamilen Ramos Cóndor, advirtió que la exposición a fuertes estallidos producto de pirotécnicos durante las fiestas de Año Nuevo, generan graves daños en la zona auditiva sobre todo de los adultos mayores y personas con alta sensibilidad, provocando patologías irreversibles. “El ruido está considerado como uno de los principales agentes contaminantes y es “invisible”, sin embargo, sus efectos son visibles y perjudiciales, en la salud y sus consecuencias se dan a nivel físico, psicológico y emocional. Es una energía que pude llegar a ser muy dañina si supera ciertos niveles que van a ser tolerados por el sistema auditivo”, señaló.

Añadió que, los aparatos pirotécnicos como bombardas, cuetes y/o cohetecillos, producen estallidos estridentes que causan lesiones no solo en las personas que las manipulan, también, en la gente de alrededor produciéndoles traumas acústicos y baja auditiva que puede ir desde leve a severa y cuyos síntomas en un inicio son dolor y un persistente sonido zumbante en los odios como secuela al uso o cercanía de estos aparatos.

“Los niños y adultos que padecen de autismo, ante un aumento de captación de estímulos sensoriales o ruidos intensos desencadenan crisis y en algunos casos convulsiones, en adultos mayores con hipoacusia de fondo (pérdida de la audición) que a lo largo de su vida desarrollaron este mal y presentan secuelas como hiperacusia, por ello son más frágiles, se quejan de malestar y dolor en los oídos”, remarcó Ramos.

Finalmente, el hospital atiende al mes a 450 pacientes con diferentes problemas auditivos, y se sugiere no exceder los 85 decibeles de sonido para evitar daños en el oído.


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