El crimen organizado y las bandas delictivas han dejado a la provincia de Chincha sumida en un baño de sangre. Hasta el momento hay cerca de 30 personas fallecidas a mano del hampa, seis son asesinatos por encargo y los demás resultados de asaltos y robos con subsecuente muerte. La estadística grafica el escenario en el que viven los chinchanos.
Asesinatos
Uno de los últimos hechos que se vincula al sicariato ocurrió la madrugada del 6 de agosto en la calle Miguel Grau del distrito de Grocio Prado. La víctima Juan Carlos Espinal Paredes se retiraba de una discoteca, ubicada en esta zona, cuando es alcanzado por las balas. Su muerte fue en el momento. El asesino huyó junto a su compinche en una motocicleta y hasta ahora no se sabe nada de su paradero.
Y no es solo este caso que se mantiene sin resolver hay muchos más solo de este año. Como el ataque con arma blanca que sufrió el dirigente vecinal Gerald Amez en el mes de abril por el sector de Señor de Los Milagros. Este hombre murió producto del ensañamiento de un sujeto que sigue libertad.
Esta ola de asesinatos no es solo en la periferia, sino también en el cercado, es el caso del barbero Bill Escalante Angulo, quien recibió un balazo al cruzarse con los delincuentes que huían tras el asalto al market Rojo Danés. Su familia sigue clamando justicia.
Otro atraco que costó la vida a una persona ocurrió en prolongación Arica. Hace un mes el periodista Cristian Violeta Medina llegó a este lugar, sin imaginar que era seguido por una banda de marcas. El comunicador fue asesinado por un sujeto de sangre fría que luego le quita sus pertenencias. El crimen todavía no está resuelto.
Quienes tampoco han encontrado justicia son los deudos de Álvaro Quispe Almeyda (asesinado en su casa a la que luego le prendieron fuego), Anthony Carbajal Guerra (murió de un disparo en la cabeza), Eder Huamán Tipacti (victimado con arma de fuego), entre otras personas.
Las investigaciones sobre estos hechos fueron derivados al Depincri Chincha, por ser la unidad especializada. No obstante, los verdugos todavía no están presos, situación que ha generado críticas contra la institución policial, recientemente, en el ojo de la tormenta por el involucramiento de un oficial y cuatro suboficiales en hechos ilícitos.