Nuevamente la obra del valorizada en más de S/ 200 millones está en el ojo de la tormenta, ya que presenta una que han sido identificadas por la Contraloría, tras una exhaustiva fiscalización de campo y documentaria que evidencia que el muro de contención no se ejecuta de acuerdo al expediente técnico, grietas de hasta 13 centímetros de ancho, armaduras de aceros a la intemperie, documentos sin suscribir y otros.

Situaciones adversas

El Informe de Control Concurrente N° 225-2023, revela que personal de control identificó seis situaciones adversas que afectan o podrían afectar la obra “Control de desbordes e inundaciones en el río Ica y quebrada Cansas/Chanchajalla. Tramo urbano (vertedero Saraja – puente Grau)”, que desde el 3 de enero se encuentra suspendido por las avenidas de aguas que llegaron a aumentar su caudal cerca a los 200 m3.

La Contraloría detectó que las partidas relacionadas a los muros no se estarían ejecutando de acuerdo a lo señalado en el expediente técnico, lo cual generaría el riesgo de afectar la calidad y durabilidad de los trabajos. En una fiscalización desde el Vertedero Saraja hasta el puente Socorro se observó grietas en los muros construidos que llegan hasta los 3 mm con una profundidad de 10 centímetros, pudiendo generar que el acero de refuerzo tenga un deterioro prematuro. También en otro sector la existencia de armaduras de acero cuya altura va desde los 20 a 90 centímetros expuestas a la intemperie y sin ninguna protección.

Asimismo se informó que los trabajos de seguridad y salud en obra, no se estarían realizando acorde a lo señalado en el expediente técnico, lo que generaría el riesgo de la ocurrencia de accidentes de las personas que transitan por las calles colindantes a la obra. Se identificó diversas zonas desde el Vertedero Saraja hasta el puente Puno, donde aún no se han ejecutado las veredas, cercos acabados, entro otros, y no hay señalización ni protección colectiva correspondiente y en algunas partes si existe, pero se encuentra en mal estado.

El órgano de control también pudo comprobar que el documento para el control del cumplimiento del programa y avance de obra, no se encuentran debidamente suscritos por los funcionarios responsables de su aprobación, lo cual generaría el riesgo que no se lleve un eficiente control de la obra. En el informe además se revela que el Petacc aprobó una suspensión de plazo por temporalidad de avenidas de agua en el río Ica, considerando dentro de ello 73 días entre los meses de enero y marzo (periodo donde la obra fue suspendida por avenida de agua), durante los cuales la obra debió transcurrir de manera normal, no siendo necesario la suspensión dado que ese periodo se encuentra considerado dentro del plazo de los 450 días computado, lo cual generaría el riesgo que se realicé el pago por mayores gastos generales y costos relacionados, por un periodo de suspensión que no corresponde.

En la penúltima situación adversa se detectó que el alineamiento y ancho efectivo de la obra de encauzamiento, aguas arriba del puente Grau, ocuparía gran parte de la calle Pimentel, y dejaría expuesta la estructura del puente Grau, donde se podría ocasionar socavón y filtración en la base de cimiento y el posterior colapso del mismo puente.

En la última situación adversa hay grietas de hasta 13 centímetros de ancho en el suelo ubicado en los espaldones de los muros de contención de la obra desde el puente Socorro hasta el puente Puno, que podría afectar la durabilidad de la obra y las vías colindante al proyecto.

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