La feligresía de la ciudad de Ica vive con júbilo la Semana Santa. La primera actividad que se cumplió en Domingo de Ramos fue la bendición de ramos a cargo del párroco de Luren, Francisco Chacón, y cientos de devotos participaron de manera presencial de la misa, tras dos años de suspensión por la emergencia sanitaria debido a la pandemia del COVID-19.
Panorama en exteriores del santuario
En las afueras del santuario del Señor de Luren, los fieles pudieron adquirir las palmas y olivos de diversas presentaciones y al alcance de todos los bolsillos. Desde hace 40 años, Mirna Hernández Ventura teje las palmas y olivos, junto a sus hijas y nietas.
Los feligreses acudieron debidamente protegidos con sus mascarillas, tratando de guardar la distancia social recomendada por las autoridades sanitarias para evitar un posible contagio del COVID-19.
En tanto, en un documento oficial de la iglesia, se dio a conocer que el Señor Crucificado de Luren no realizará el tradicional recorrido procesional en Semana Santa, por motivo de salvaguardar la seguridad e integridad de la población frente a la emergencia sanitaria.