Los templos de los diversos distritos de la provincia de Ica se convirtieron el 24 de diciembre en escenarios de la tradicional danza de los Negritos, una expresión cultural declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Tradición por décadas
Ayer, por la misa de Nochebuena, cientos de danzantes se congregaron en los recintos religiosos para rendir homenaje al Niño Jesús, con zapateos, cantos y alegría.
Guillermo Falconí Cordero, gestor cultural del distrito de Los Molinos, refirió que la principal razón de la danza de los Negritos es la adoración al Niño Jesús, y se baila en Navidad, Año Nuevo y la Bajada de Reyes.
Explicó que una cuadrilla de danza de Los Negritos está integrada por pastores menores, pastores mayores, caporales, un caporal mayor, un maestro violinista y dos abuelos (personajes jocosos) que portan máscaras de cuero de carnero o cabra y llevan un bastón.
“Los danzantes visten pantalón y camisa manga larga de color blanco, zapatos negros, turbante, banda y contrabanda adornadas con espejos, cintas de colores, cascabeles y lentejuelas, y portan una campanilla y un chicotillo”, detalló.
Falconí Cordero agregó que algunas cuadrillas se preparan desde agosto para adorar al Niño Jesús en los templos y en casas de los vecinos.
Cada distrito de Ica tiene una forma especial de celebrar la llegada del Niño Jesús, y los distritos de Pachacútec, Tate, Pueblo Nuevo, San Juan Bautista, Santiago, Salas, San José de Los Molinos, Ocucaje, Los Aquijes y La Tinguiña albergan el mayor número de cuadrillas.
En la plaza de Armas del distrito de Salas Guadalupe, la banda de pastores Virgen de Guadalupe y la banda de pastores Eusebio Hernández se unieron para adorar al Niño Jesús en el nacimiento instalado.
La danza de los Negritos no solo es una muestra de la riqueza cultural de Ica, sino también un espacio de encuentro y unión para los vecinos y visitantes que se congregan en las plazas para disfrutar de las presentaciones y compartir momentos inolvidables.
Ayer desde las 8:00 de la noche en la plaza de Armas de la provincia de Palpa, se congregaron cuadrillas de la danza de los Negritos para participar de la misa de Nochebuena en el templo San Cristóbal, entre ellas la cuadrilla de la familia Gutiérrez Aparcana, que el 2026 cumple un siglo difundiendo este tradicional baile. También participaron comparsas de pallas, quienes realizaron contrapunteo en la plazuela Bolognesi.
Cabe señalar que, en el 2012 las danzas hatajo de Negritos y Pallas de la costa sur central del país fueron declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación por ser una expresión de religiosidad tradicional vinculadas a la celebración de la Navidad.
Las danzas “Hatajo de Negritos” y “Las Pallitas” son dos tradiciones festivas del sur de la costa central peruana inscritas en el 2019 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO. El “Hatajo de Negritos” y “Las Pallitas” son danzas oriundas del departamento de Ica que ponen en escena de la visita de los pastores y de los Reyes Magos al Niño Jesús, expresiones artísticas en las que confluyen tres tradiciones culturales: valores del mundo andino prehispánico, catolicismo europeo y ritmos musicales africanos traídos a esta parte del Perú en la época colonial.
El “Hatajo de Negritos” es cantado y bailado por varones, zapateando al ritmo del violín y de las campanillas, mientras que “Las Pallitas” son interpretadas por mujeres, que bailan y cantan al son de una guitarra. En ambos casos, las danzas se practican en grupos que pueden congregar hasta a medio centenar de bailarines, entre adultos y niños.