El estrés hídrico en el distrito de Ocucaje ha provocado que cientos de pequeños agricultores se vean afectados por la sequía en la zona, ya que solo riegan sus tierras una vez al año por la falta del recurso hídrico que parece ser un recurso accesible solo para las grandes agrícolas, ocasionando que los trabajadores del campo reduzcan la producción de sus cultivos en un 50 % y por la falta de apoyo del Estado en muchos casos deben vender sus productos a bajo precio, así lo informó María Neyra Zevallos, expresidenta de la Comisión de Regantes de Paraya, La Banda, Cerro Blanco del mencionado distrito.
Afectados en la jurisdicción
Explicó que la problemática se presenta desde hace más de una década, cuando comenzaron a posicionarse las grandes agroexportadoras en la zona, las mismas que cuentan con decenas de pozos que realizan una intensa extracción del líquido elemental y que también bombean el agua mediante mangueras de 16 pulgadas hacia zonas altas donde se produce la uva, ellos lo hacen con el sistema de riego a goteo, lo que afecta al acuífero ya que causa el empobrecimiento de las reservas de aguas subterráneas. Por ello hasta 800 agricultores han reducido la producción de cultivo en sus campos, ellos son de los caseríos El Tambo, Barrio Nuevo, Córdova, La Capilla, Pampa Chacaltana, San Felipe, Rosario de Yauca, Tres Esquinas y Cerro blanco, además de otras comisiones como la de Pinilla y del sector Callango.
“Desde el 2010, las empresas agroexportadoras se han posicionado en el distrito y parece que son dueños del agua, nosotros los pequeños agricultores solo tenemos agua de avenida una vez al año y pagamos más de 200 soles por regar una hectárea, y la falta de agua afecta a nuestras cosechas. Los empresarios engañaron a 98 usuarios y les compraron sus pozos por 2 mil soles, ahora vemos las consecuencias”, declaró.
Neyra, quien también es agricultura hace más de 20 años, reveló además la preocupante situación del sector, donde anteriormente una parcela de tres hectáreas producía hasta 80 sacos, cada uno con cien kilos de pallar, y actualmente solo se llega a 30 o 20 sacos que se ofrece a un precio casi de remate. La grave situación se complica por la falta de respaldo del Estado que no facilita créditos para los agricultores de la zona, quienes deben solicitar préstamos a bancos privados con altos intereses, además ellos no han sido beneficiados con el Bono Agrario.
“Por la falta de agua el pallar ha disminuido su tamaño y no es atractivo, por eso debemos ofrecerlo a bajísimos precios de hasta S/ 3.50, cuando antes se vendía a 7 soles. El año pasado invertí 15 mil soles y toda la venta solo fue de 11 mil”, comentó.
Finalmente, manifestó que incluso la disponibilidad del recurso hídrico para consumo humano podría estar en riesgo, ya que los pobladores en algunos caseríos solo reciben una vez al mes el agua potable y en muchos casos deben almacenarlos en cualquier envase que tengan a la mano (botellas, galones y otros), exponiéndose a focos de contagios por la enfermedad del dengue.