Desde el 22 de agosto, tres docentes de la región de Ica se encuentran participando en una huelga de hambre convocada por el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), exigiendo al gobierno un aumento en el presupuesto destinado al sector educativo. La huelga, de carácter nacional y descentralizado, ha reunido a maestros de diferentes regiones del país, entre ellos Iquitos, Cajamarca, Tacna y Lima Metropolitana.
Medida de lucha
Uno de los tres docentes iqueños que inició la huelga, Luis Muñante, sufrió una descompensación después de cuatro días sin ingerir alimentos, lo que obligó a su traslado de emergencia al hospital más cercano. Muñante, quien es secretario regional del SUTEP en la provincia de Palpa, permaneció en huelga desde el 22 de agosto hasta el domingo 25, día en que debió abandonar la protesta debido a su delicado estado de salud. Según informó Rosario Muñante Pomar, secretaria provincial del SUTEP en Ica. El docente se encuentra en proceso de recuperación en su hogar, acompañado por su familia.
La salida de Luis Muñante de la huelga de hambre no significó una disminución en la intensidad de la protesta. En su lugar, la profesora María Mercedes Sánchez Cayo, de la base del distrito de Pueblo Nuevo, se unió a la huelga, tomando el relevo de Muñante. Además, Zoila Beatriz Tapia Pecho, continúa firme en la huelga, manifestando su intención de seguir en pie de lucha hasta que su cuerpo no lo permita o se llegue a un acuerdo con el gobierno.
El día de hoy, 28 de agosto, se espera una movilización masiva en Lima, donde los representantes del SUTEP tendrán una reunión crucial con el consejo de ministros. Rosario Muñante Pomar ha señalado que la huelga podría intensificarse si no se alcanzan acuerdos satisfactorios. “Los maestros podrían entrar en una huelga seca, sin agua ni hidratantes”, advirtió, acentuando la gravedad de la situación y la determinación de los docentes en su lucha.
La huelga de hambre no solo se desarrolla en Lima, sino que ha tomado fuerza en otras regiones del país. En Loreto, la medida se ha intensificado a pesar de que seis maestros en huelga tuvieron que ser retirados debido al grave deterioro de su salud. No obstante, nuevos docentes se han sumado a la protesta, demostrando el compromiso del magisterio con sus demandas, entre las que destacan mejoras en la infraestructura educativa, el pago de bonos y aumentos salariales para docentes y auxiliares.
El SUTEP sostiene que su lucha es legítima y que el gobierno debe cumplir con el convenio colectivo firmado con el Ministerio de Educación, en el cual se estableció el compromiso de aumentar el presupuesto para la educación. Lucio Castro Chipana, secretario general del SUTEP, ha reiterado que solo los dirigentes están participando en la huelga de hambre para evitar afectar el desarrollo normal de las clases en las escuelas públicas, un acto que consideran necesario para mantener la continuidad educativa en el país.
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