La cultura afrodescendiente trasciende hasta en los barrotes del establecimiento penitenciario de Chincha y con motivo de la Navidad se realizó la representación del nacimiento afro, en el que participaron los internos de los 14 pabellones. Fueron varias semanas de preparación para escenificar este momento religioso, en el que los privados de su libertad reafirman su devoción y muestran un cambio de conducta para la reinserción social.
Participación
El director Willy Ruiz Peña manifestó que tanto de los pabellones de hombres como de mujeres se realizó la selección de la población penitenciaria que integró el elenco a cargo de representar la llegada del niño Jesús. Los reclusos tuvieron como instructor al reconocido danzante Porfirio Cartagena y elaboraron sus vestimentas de la época en el taller textil que funciona en el recinto.
Más de 30 internos representaron el nacimiento afro, y a ritmo negro rindieron tributo al hijo de Dios. A través de la danza heredada desde varias generaciones atrás se expresó la manifestación religiosa. El niño nacido en el pesebre fue aclamado por los hombres y mujeres que están en prisión, en donde han mejorado sus habilidades para el baile y desarrollado sus confecciones textiles para crear indumentarias como túnicas y demás.
El nacimiento formó parte del Primer Festival Navidad Negra que impulsa el establecimiento carcelario para la resocialización de los presos. Otra de las manifestaciones autóctonas del país expuesta en este evento fue el huaino y también se unieron las voces de internos de los diversos pabellones para el canto.
Ruiz Peña comentó que no se trabaja con un pabellón específico, sino que en el esfuerzo de resocializar a los privados de su libertad se involucra a todos. “Lo que se ha podido realizar lo han hecho los internos que tienen manejo de sus impulsos, control de agresividad y son ellos los que muestran sus talentos”, aprendidos en la danza, como una herramienta para el cambio de conducta.