La violencia en el fútbol se desató en un encuentro deportivo entre el Julio Ramírez y el Alianza Pisco, que jugaban en el estadio Campeones del 69, en la provincia pisqueña.
Cobarde ataque
En los primeros 10 minutos del segundo tiempo, específicamente en el minuto 53, el marcador iba a favor del Alianza Pisco (1-0), desde ese tiempo las tensiones eran evidentes, ya que los jugadores número 11, 16 y 19 del Alianza Pisco reclamaban al árbitro central, por una acción del juez de línea.
El árbitro tomó la decisión de sacar tarjeta roja a uno de los jugadores, está acción fue el detonante para que el jugador número 10 del Alianza Pisco arremetiera en contra del juez de línea e intente golpearlo directamente al rostro.
En segundos se desata una agresión campal, con más de una decena de jugadores del Alianza Pisco que intentan masacrar a los jueces deportivos. La policía tuvo que intervenir para controlar la situación, mientras los jugadores seguían en su intento de propina puñetes y patadas al juez de línea.
La policía escoltó al árbitro y juez de línea, mientras que el partido fue suspendido. Los asistentes también tiraron botellazos cuando se evidenciada la agresión.