El techo de su casa se ha convertido en un refugio para animales abandonados. Fabiana Camila Tasayco Alvino tiene 17 años y desde que tenía 15, se dedica a rescatar y brindar ayuda a los perros, gatos, conejos y otras especies domésticas que no tienen un hogar donde vivir. Ella, con el apoyo de sus padres, alimenta a las mascotas que luego de su recuperación son puestas en adopción a través de la página “Patitas Felices”.
Animales pueden ser adoptados
La joven comenzó con esta labor social tras encontrar a “Lupita”, una gata de pocos días de nacida, que había llegado hasta la puerta de su vivienda. Una jauría amenazaba a este indefenso animal, que no tenía escapatoria. Fabiana vio esta escena y sin importar que pudiera resultar lastimada se interpuso y rescató a la felina que se convirtió en uno de los primeros huéspedes de su albergue.
Los limitados recursos no fueron impedimentos para seguir con las jornadas de rescate. Así poco a poco el refugio fue llenándose de más animales. La joven como muchos otros en el país salió a buscar a trabajo y aunque el dinero no sobra en su vivienda destina una parte para dar los nutrientes que los perros con diagnóstico de anemia requieren para estar fuertes y sanos. Ella debe costear además las consultas médicas.
Los padres de Fabiana vieron este desprendimiento y se fueron sumando en esta labor. En el techo han acondicionado un área para atender adecuadamente a más de una decena de animales domésticos. Pero siempre hay espacio para uno más. Ella y su padre pasean por las calles de la provincia en búsqueda de alguna especie que necesite asistencia.
El ejemplo y la perseverancia que demuestra esta joven tanto para sus estudios como en el albergue ha llegado al colectivo Juventud para el Desarrollo. El promotor Juan Pariona designó a Fabiana Tasayco para liderar la organización por el Derecho de los Animales. Ambos invocan a la ciudadanía que eviten la compra de animales y que opten por la adopción de alguna especie y puedan brindarle un cálido hogar.