Un reciente descubrimiento del Instituto Nasca de la Universidad de Yamagata en Japón, en colaboración con IBM Research, ha revelado la existencia de 303 nuevos geoglifos en la Pampa de Nasca, Perú. Este hallazgo casi duplica la cantidad previamente conocida de estas enigmáticas figuras, que han fascinado a investigadores y turistas por igual, y ofrece nuevas perspectivas sobre las civilizaciones antiguas que habitaron la región.
Descubrimiento en la zona
Los nuevos geoglifos identificados incluyen una variedad de representaciones de animales silvestres, que están organizadas en complejas redes de líneas y figuras trapezoidales. Según los investigadores, es probable que estas figuras hayan tenido un propósito ritual, siendo utilizadas en ceremonias comunitarias donde las grandes representaciones jugaban un papel central. Este contexto ritual podría ofrecer una nueva comprensión de la relación entre las civilizaciones antiguas y su entorno, así como de sus prácticas culturales.
Además de los geoglifos de gran tamaño, se han encontrado figuras más pequeñas que representan la vida cotidiana, incluyendo imágenes de personas y camélidos domesticados. Estas figuras se sitúan cerca de caminos serpenteantes, sugiriendo que eran visibles para los transeúntes de la zona. Esto añade una nueva dimensión a la función de los geoglifos, indicando que también podrían haber servido como hitos o referencias en el paisaje para quienes transitaban por el área.
Desde 2004, la Universidad de Yamagata ha estado a la vanguardia de la investigación sobre los geoglifos de Nasca, utilizando tecnologías avanzadas como imágenes satelitales, drones y fotografías aéreas para mapear un área de aproximadamente 400 kilómetros cuadrados. Este enfoque moderno ha permitido a los investigadores recopilar datos esenciales para entender mejor la distribución y el significado de las líneas y figuras en la Pampa de Nasca.
La incorporación de inteligencia artificial en este proceso ha transformado la identificación de geoglifos, acelerando significativamente el mapeo y mejorando la precisión de los hallazgos. Anteriormente, la identificación se basaba en la observación manual de imágenes, un método que era considerablemente más lento y podía pasar por alto importantes características. Ahora, la IA permite un análisis más exhaustivo y efectivo, abriendo nuevas posibilidades para futuras investigaciones.