Decenas de familias de la caleta Lagunilla, en Paracas, denuncian la amenaza de un desalojo por parte del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), pese a ser posesionarios históricos con más de 60 años. Ellos se dedican a la pesca artesanal, gastronomía y turismo.
Zona de tensión
Estas familias, dedicadas a la pesca artesanal, la gastronomía marina y el turismo, han preservado la biodiversidad y la cultura de la playa Lagunilla, consolidándose como un referente en la difusión de platos típicos a base de mariscos y pescados. Sin embargo, el Sernanp, amparado en un mandato judicial, tiene programado ejecutar el desalojo el próximo jueves 26 de diciembre, argumentando su rol como autoridad técnica y propietaria del área natural.
La congresista Jeny Luz López Morales, presidenta de la Comisión de Comercio Exterior y Turismo, se reunió con los pobladores afectados, denunciando que esta medida carece de justificación y responde a supuestos intereses subalternos vinculados a la privatización de la playa.
“Es inaceptable que estas familias, con raíces ancestrales, sean desalojadas. Hay niños, mujeres embarazadas y personas mayores cuya estabilidad está en juego”, señaló la parlamentaria haciendo un llamado al ministro de la Producción, Sergio Gonzales, para intervenir y garantizar la protección de los derechos de estas personas vulnerables. La situación en Lagunilla refleja la tensión entre la preservación de áreas naturales y el respeto a las comunidades que han convivido en armonía con el medio ambiente por décadas.