La exmagistrada aceptó que estuvo estresada, pero aclaró que cumplió con su trabajo y no liberó a ningún detenido. Dice que es víctima de “linchamiento institucional” y pide rectificación.
La exmagistrada aceptó que estuvo estresada, pero aclaró que cumplió con su trabajo y no liberó a ningún detenido. Dice que es víctima de “linchamiento institucional” y pide rectificación.

La abogada , quien fue destituida del cargo de fiscal adjunta provisional transitoria de La Esperanza por presunto mal manejo y falta de celeridad en un caso de flagrancia, que habría desencadenado en la liberación de dos detenidos, aseguró ayer que no cometió ningún acto de corrupción y que fue víctima de un “linchamiento institucional”. Agregó que le hicieron daño a su reputación y espera limpiar su apellido para seguir laborando de forma particular en lo que más le apasiona: el derecho penal.

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Se dijo que no actúo con diligencia cuando detuvieron a unas personas acusadas de asaltar a dos policías, lo que motivó que fueran dejadas en libertad. ¿Qué puede decir al respecto?

En efecto, se trató del robo de una camioneta en agravio de dos policías, el pasado 14 de junio. Cuando ponen de conocimiento el caso a la Fiscalía de La Esperanza, ordené que se desarrollen las diligencias inaplazables y las pesquisas de ley. Luego, me dicen que encontraron un vehículo que presumían que había participado en el robo de la camioneta y que había un detenido, cuyas huellas supuestamente aparecían en esa unidad móvil. Lo que quiero aclarar es que no fueron cinco detenidos como dice el reportaje, sino fueron dos, entre ellos un menor de edad. O sea, solo uno le correspondía ser atendido por mi despacho. El menor debió ser visto por Fiscalía de Familia y la Policía no cumplió con informar.

¿Qué pasó con el detenido que tenía que ser procesado por su despacho?

Sí, Abraham Abanto Zelada es el sujeto del que yo estuve a cargo. Se encontraron huellas de él, pero no en la camioneta robada como lo han intentado hacer ver. Eso es falso. Se tenía que haber demostrado que él participó en el hecho ilícito.

¿Y no sucedió eso?

Vamos a los elementos graves y fundados que exige tener para solicitar una prisión preventiva: primero, los agraviados (los policías) nunca reconocieron a Abanto Zelada como partícipe, eso está en las declaraciones que obran en la carpeta fiscal. Ni siquiera las características físicas coinciden. Los agraviados dicen que fueron de contextura gruesa, tez morena y de baja estatura. Ahora bien, el detenido era alto, trigueño y delgado. En el caso de sus huellas, no fueron halladas en el vehículo robado, sino en otro segundo carro que se estaba tratando de vincular al caso. En tercer lugar, ellos (los detenidos) no declararon.

¿Por qué no declararon?

El hecho delictivo ocurrió el viernes 14 de junio y el plazo de la flagrancia vencía el lunes. Cuando yo llegué a la Unidad de Prevención e Investigación de Robos de Vehículos (Uprove), los detenidos ya no estaban porque el jefe de esa unidad, haciendo uso de una atribución que no le correspondía, les dio libertad. Él fue el que dio libertad, no la que habla, pero es a mí a la que destituyen.

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Pero, se dijo que ni el sábado ni el domingo usted acudió al llamado de la Policía y se dejó pasar el tiempo de flagrancia delictiva. Es más, hay audios en los que usted indica que está estresada y tiene que atender otros temas.

Sí, se me atribuye que por la negligencia de haber ido a ver a un familiar y por haber dicho que estoy estresada he favorecido a la libertad de esos sujetos. Pues bien, es incorrecto. En la Fiscalía de La Esperanza trabaja solo un fiscal y uno se tiene que dividir en 8 o 10 partes para atender cada caso. Yo estaba abocada a otros delitos, como un caso de violación sexual, accidente de tránsito con cadáver; sin embargo, siempre estuve coordinando con los policías para ver el otro tema, estuve verificando todo el tiempo.

Entonces, ¿es falso lo que se dijo?

A ver, el hecho de que yo no me presenté, que yo no sabía, es falso, siempre estuve coordinando. El tema de los audios sí es cierto. El primer audio lo envié el sábado y el otro el domingo. En el primer audio, lo que dije no deja de ser cierto, porque nos hemos acostumbrado a que el fiscal no duerma en su turno y llega un momento en donde uno se sobresatura. Que estoy estresada y no tengo vida, es verdad; pero cumplí a cabalidad con mi trabajo.

Sin embargo, la han destituido. ¿Ejercerá alguna acción al respecto?

Existen garantías constitucionales que respaldan esas consecuencias que se han generado y las estoy evaluando, pero no para regresar a la institución, porque he advertido que me dieron la espalda y han hecho un linchamiento institucional conmigo. Nunca he tenido ni una queja y con esto se han visto opacados mis 11 años en la Fiscalía. Mi familia se ha visto afectada porque me vinculan a presuntos actos de corrupción y eso es falso, y muy grave.

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