La provincia de Ascope tiene una letalidad del 9.16% a causa del nuevo coronavirus (COVID19), y es la más alta de la región La Libertad. En cifras, son 15,051 los casos positivos detectados y 463 las personas que perdieron la vida. Sin embargo, hay un grupo de pobladores que ya no quieren ver morir a más personas. Ellos están agrupados en el “Colectivo Casagrandino”.
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Exarquero es el coordinador
Miguel Pajares Rojas, coordinador de este colectivo social, dio detalles de los inicios del colectivo, integrado por 18 jóvenes y al juez de paz de Casa Grande.
“Yo creo que a falta del Estado nosotros hemos tenido la necesidad de ver como agenciarnos de estos balones a través de una colecta pública y las rendiciones de cuentas inclusive están colgados en nuestra página para que todo tenga una mayor transparencia y así la población nos ha dado un respaldo satisfactorio y creo que venimos haciendo un manejo operativo eficiente tanto así que hasta hoy en día seguimos apoyando a nuestro distrito y muchos más”, contó.
Lo que también es cierto, es que la lucha de los jóvenes no se ha detenido desde el año pasado, justo en el peor pico de la primera ola. Aunque, Miguel Pajares, refiere que han conseguido la intervención de la Municipalidad Provincial de Ascope; y han recorrido plantas de oxígeno implementadas por el arzobispado y la municipalidad de Trujillo.
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Pedido a la empresa local
En ese sentido, el coordinador del colectivo Casagrandino le pidió a la empresa Casa Grande S.A. sumar esfuerzos para atender la alta demanda.
“Sí, es lo que más deseamos, yo creo que la empresa privada tiene que echarnos una manito, tenemos un vecino enorme como Casa Grande S.A y esperemos que ahora que han adquirido una planta nos apoyen en llenar, han visto el esfuerzo que ha hecho el Colectivo Casagrandino en viajar hasta tan lejos, hemos viajado hasta Cajamarca a llenar oxígeno, a Huamachuco arriesgando nuestras vidas con esos caminos que son muy complicados y con una carga tan pesada”, añadió.
La población ha depositado toda su confianza en este equipo de jóvenes que no han parado de ayudar, y de alguna manera sus esfuerzos buscan suplir el papel del Gobierno.
“En realidad nosotros no hemos parado nunca de mantener nuestras botellas (balones) con oxígeno y así poder seguir apoyando a quien lo requiere con la prioridad de atender primero a nuestro distrito (Casa Grande), extendernos a nuestro Valle Chicama, y por ahí atender algunos casos más de repente en Trujillo. Pero, ahora estamos en una etapa complicada en donde aquí en el Valle Chicama estamos adoleciendo bastante por este elemento que hoy en día es medicina”, contó.