Chatarreros, ropavejeros y vendedores de equipos, muebles, artículos y objetos de segundo uso, fueron desalojados el pasado viernes de la vía pública. La comuna de Trujillo realiza constantes operativos para evitar que retornen.
Chatarreros, ropavejeros y vendedores de equipos, muebles, artículos y objetos de segundo uso, fueron desalojados el pasado viernes de la vía pública. La comuna de Trujillo realiza constantes operativos para evitar que retornen.

Tras la intervención hecha por la Municipalidad Provincial de (MPT), Fiscalía de Prevención del Delito y la Policía Nacional, diversas calles de Chicago continuaban libres de comerciantes informales y ambulantes, observándose más orden, limpieza y seguridad en esta parte de la ciudad.

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Chatarreros, ropavejeros y vendedores de equipos, muebles, artículos y objetos de segundo uso, fueron desalojados el pasado viernes de las veredas e incluso parte de las calles que ocupaban hace mucho tiempo atrás, poniendo en zozobra a la población.

Esta labor se sigue realizando con participación de personal de Seguridad Ciudadana, Intervenciones Rápidas Municipales (IRAM), Unidad de Comercio Ambulatorio e Informal (UCAI) y de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la PNP, para evitar que estas calles vuelvan a ser ocupadas.

Después de haberse recuperado durante el primer día las cuadras 8 y 9 de la calle Ramón Castilla, esta labor para despejar las vías, continuó con las calles adyacentes como José Gálvez, Suárez, Zela, Sucre y La Mar, donde se generaba mucho desorden con la presencia de los informales, porque estas vías son angostas.

Personal de Transportes de la MPT también estuvo fiscalizando estas calles para evitar que las unidades de transporte público se desvíen y las utilicen para ganar tiempo en sus recorridos, lo que puede ocasionar accidentes de tránsito y molestias a la población.

Ahora que se ha liberado esta zona y el tránsito es más fluido y seguro, funcionarios de la comuna provincial pidieron a la población en general no comprar a los informales y ambulantes que ocupan las veredas o calles, para evitar su aglomeración y que sigan poniendo en riesgo nuestra propia integridad y seguridad.

Los vecinos de Chicago, manifestaron su satisfacción por esta intervención y pidieron que esta labor de control continúe para evitar que los comerciantes informales e incluso algunos formales que acostumbraban sacar su mercadería a las calles sigan generando caos.

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