Al menos 15 mil usuarios, vinculados con la pequeña y mediana agricultura, podrían perder su producción.
Al menos 15 mil usuarios, vinculados con la pequeña y mediana agricultura, podrían perder su producción.

El desabastecimiento de agua generado por el hallazgo de relaves mineros en un afluente del río Santa ha dejado a más de 15 mil usuarios en los valles de , y Moche en una situación crítica. Estos agricultores, que trabajan en un total de 28 mil hectáreas, producen espárragos, paltas, maíz, alcachofa, ciruela, uva de mesa, entre otros. Sus cultivos están expuestos y en riesgo de desaparecer.

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Gran problema

El gerente general del Proyecto Especial Chavimochic (PECh), Jhon Cabrera Carlos, explicó que la medida de restricción, implementada el último 6 de agosto, fue necesaria para garantizar que el agua disponible se destine principalmente al consumo humano, relegando el uso agrícola.

“La situación para la agricultura es muy preocupante y los entendemos”, reconoció Cabrera.

En total, se estima que más de 53 mil hectáreas están siendo afectadas por esta crisis. Cabrera detalló que en los tres valles involucrados hay alrededor de 15 mil usuarios que dependen del agua para sus actividades agrícolas. Además, mencionó la presencia de 52 empresas agroindustriales que operan en la zona.

“Los valles de Virú, Chao y Moche ejecutan sus actividades en 28 mil hectáreas, además de 25,500 hectáreas en cuanto a la agroindustria”, explicó el gerente.

Panorama actual

En ese sentido, la crisis ha tenido un impacto significativo en la pequeña y mediana agricultura, según precisó Rafael Miranda James, responsable del área de Competitividad Agraria de la Agencia Agraria Virú. En conversación con Diario Correo, Miranda explicó que aunque algunos cultivos, como el mango, son más tolerantes a la escasez de agua, otros como el palto y la uva de mesa son altamente sensibles al estrés hídrico.

“Hay cultivos que son más tolerantes al estrés hídrico, como el mango; pero entre los más sensibles están el palto y la uva de mesa, que necesitan más del recurso. Podemos decir que los más expuestos son los pequeños y medianos agricultores; quizá las empresas grandes tienen un plan de contingencia, manejan reservorios”, indicó Miranda.

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A la espera

La consejera por la provincia de Virú, Edy Camacho Barreto, declaró a este Diario que se están desarrollando análisis de calidad del agua de manera continua. Según Camacho, estos son esenciales para determinar cuándo se podrá restablecer el suministro de agua a los agricultores de la zona.

“Se está priorizando el agua para el consumo humano y me han informado que tras los análisis de calidad del agua, se ha determinado que no tiene metales pesados”, afirmó.

La incertidumbre sigue siendo alta entre los agricultores de la región. La falta de agua no solo afecta a los cultivos actuales, sino que también pone en riesgo futuras cosechas.

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