Los alcaldes de Virú y Chao, Javier Mendoza y Juan Soles, respectivamente, aseguran que criminales se infiltran en las manifestaciones, cobran cupos a transportistas y les roban a pasajeros. Asimismo, afirman apoyar protesta, pero pacífica. También le exigen resultados al gobierno de la presidenta Dina Boluarte.
Los alcaldes de Virú y Chao, Javier Mendoza y Juan Soles, respectivamente, aseguran que criminales se infiltran en las manifestaciones, cobran cupos a transportistas y les roban a pasajeros. Asimismo, afirman apoyar protesta, pero pacífica. También le exigen resultados al gobierno de la presidenta Dina Boluarte.

La se enfrenta a una de las crisis de seguridad más graves de la región. Con 48 crímenes registrados en lo que va del año, ocupa el segundo lugar en , solo detrás de Trujillo (112 crímenes). En ese sentido, Javier Mendoza, alcalde de Virú, y Juan Soles, burgomaestre de Chao, coinciden en que, aunque apoyan la protesta social como un derecho legítimo, no están de acuerdo con el cierre de la Panamericana Norte porque los delincuentes siempre están al acecho y aprovechan este tipo de medidas.

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Alerta

“Cada vez que se realizan paros, los criminales aprovechan para hacer de las suyas. Se infiltran en las protestas y cobran cupos a los transportistas. A veces, llegan a exigir hasta 150 soles para dejar pasar los vehículos”, afirma Soles, quien también denuncia los constantes robos de mercancías en medio de esta medida radical.

La presencia de grupos delictivos en la Panamericana Norte durante las manifestaciones no es nueva. Según las autoridades locales, estos delincuentes están atentos, esperando la oportunidad para actuar. Mendoza, por su parte, alertó sobre una situación más compleja. Detalló la infiltración de actores políticos en los paros.

“Lamentablemente, no se puede controlar porque se infiltran delincuentes, y lo peor es que hay políticos que se aprovechan de la situación”, dice Mendoza. “Tengo información de que un exalcalde está financiando estas protestas para desestabilizar a los actuales alcaldes y, al mismo tiempo, ganar terreno político. Es un escenario muy preocupante”, añade.

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Más problemas

Pero la amenaza de los criminales no se limita al paro. En la provincia de Virú, el presunto vínculo entre algunos agentes de la Policía y las organizaciones criminales ha alimentado las sospechas de una complicidad que pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos. Soles no duda en señalar que la desconfianza en las fuerzas del orden es un problema que debe abordarse de manera urgente.

“La gente sabe que los delincuentes tienen acceso rápido a información de las comisarías. Si alguien denuncia un crimen, enseguida se filtra la información. Es urgente una rotación de todo el personal policial”, asegura el alcalde de Chao.

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El alcalde Mendoza también respalda esta solicitud. Según él, la situación es aún más grave, considerando que la provincia cuenta con apenas 116 agentes policiales para una población superior a los 400 mil habitantes.

“No todos los policías están involucrados en actividades ilícitas, pero la situación exige una renovación. La rotación de los efectivos es el primer paso para reducir la criminalidad. Hay que hacer un balance sobre las operaciones que se han realizado, porque hasta ahora no se han dado resultados claros”, afirma Mendoza.

La desconfianza en la policía se extiende más allá de las autoridades locales y la población. Este es el principal motivo del paro programado para mañana.

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