El suspendido alcalde de Trujillo, Arturo Fernández Bazán, ya piensa en su regreso y en anular la obra por impuestos que debía ejecutar la empresa Cementos Pacasmayo en la Avenida Perú. En ese sentido, desde el Gobierno Regional de La Libertad alertan que Trujillo seguiría retrocediendo por las “locuras” del sentenciado burgomaestre.
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Cuestionan
El gerente general de la Región, Martín Namay Valderrama, consideró que el retorno de Fernández, sería “lo peor que le podría suceder nuevamente a Trujillo”.
“Este señor se rasga las vestiduras y dice que lucha contra la corrupción, pero al final no hace nada. Espero por el bien de los trujillanos que el alcalde actual continúe, porque si (Fernández) regresa, de verdad que será lo peor para Trujillo. La ciudad seguirá sin obras y sin proyectos. Trujillo tiene un gran atraso y no es responsabilidad de la Región porque son competencias estrictamente municipales”, indicó.
En ese sentido, Namay destacó que el alcalde provisional, Mario Reyna, ha demostrado una intensión de cambio para beneficio de los trujillanos.
“Se han firmado algunos convenios, por ejemplo, el convenio para la maquinaria en Alto Trujillo. Estoy seguro de que si hubiera estado el alcalde anterior (Fernández) Alto Trujillo seguiría en el abandono que estaba”, indicó.
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Un cambio
César Montes Asmat, presidente de la Coordinadora Nacional de Seguridad Humana (Conash), refirió que si Fernández regresa tendría que poner punto final a los conflictos políticos.
“Se tiene que dejar de lado los apasionamientos políticos y brindar todo el apoyo a la gestión. Todo debe superarse con diálogo, una gestión no solo la hace el alcalde, los señores regidores no solo deben oponerse, tienen que proponer alternativas de solución para el desarrollo de la ciudad”, añadió.
