Trujillo: Usan el botadero El Milagro, pero no pagan

Las municipalidades distritales que están comprendidas dentro de la provincia de Trujillo cobran a la comunidad por la recolección, transporte y disposición final de los residuos sólidos (basura) que se generan diariamente en viviendas y calles. Pero, nueve de ellas, desde el 2015, no pagan ni un sol por el beneficio que se les da por arrojar sus residuos sólidos en el botadero de El Milagro.

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Esto ocurre a pesar que hay una ordenanza municipal, emitida por la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT), que los compromete a ello, ya que toda esa basura tiene que recibir un tratamiento y disposición final. Tarea que, obviamente, no es gratis, pues lo hace con sus recursos el Servicio de Gestión Ambiental de Trujillo (Segat).

Son 1,000 toneladas de basura que diariamente se recoge de nueve distritos y van a parar al botadero El Milagro. Nos referimos a Trujillo, La Esperanza, El Porvenir, Huanchaco, Florencia de Mora; Víctor Larco, Laredo, Moche y Salaverry. Poroto y Simbal arrojan sus residuos sólidos en otro lugar, por lo que están exentos de este lío.

El proceso

Las nueve municipalidades después de recoger la basura, en las calles y de otros lugares donde se acumulan diariamente, trasladan los desperdicios hasta el botadero El Milagro y luego se desentienden del asunto.

Es el Segat el que tiene que contratar el personal para disponer en qué lugar del botadero se arroja la basura. Hay vigilantes, supervisores y trabajadores, que con cargadores frontales y otras maquinarias acondicionan el espacio en que serán depositados los residuos sólidos. Se consumen gran cantidad de combustible y se tiene que pagar al personal que sin parar hace la ardua y peligrosa tarea en ese centro de acopio de basura.

Aunque no es lo más recomendable tener un botadero, sino un relleno sanitario la tarea del Segat sería mucho más eficiente si las comunas pagan lo que por norma les corresponde, ya que de esa manera se podría contratar más personal y tener maquinaria permanente en esa zona, para su limpieza y mantenimiento.

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Las deudas

Los municipios que se benefician de este espacio (botadero) y no asumen sus compromisos son: La Esperanza: S/ 4 millones 638 mil 276, El Porvenir: S/ 1 millón 549 mil 885, Huanchaco: S/ 532 mil 832, Florencia de Mora: S/ 2 millones 684 mil 653, Víctor Larco: S/ 691 mil 580, Laredo: S/ 331 mil 582, Moche: S/ 341 mil 521 y Salaverry: S/ 199 mil 082. Trujillo (Segat), S/ 6 millones 265 mil 328. El total de la deuda acumuluda desde el 2015 asciende a S/17 millones.

Desde el Segat informan que hace tres años empezaron a mantener contacto más continúo con los alcaldes, a fin de llegar a acuerdos que permitan hallar solución a este problema.

Una propuesta fue que el saldo pendiente pueda ser permutado por horas de trabajo para el mantenimiento del botadero. Los alcaldes podrían aportar con maquinaria y combustible, pero solo Víctor Larco, Huanchaco y La Esperanza intervinieron de forma esporádica, a pesar que se le estableció un cronograma.

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Es más, debido a un grave problema de contaminación que genera el botadero, se llamó con urgencia a los nueve alcaldes para sostener una reunión, pero solo acudió uno: Martín Namay, de La Esperanza.

Si bien es cierto la comuna de Trujillo debe S/ 6 millones, es esta entidad la que solventa en parte al Segat para cumplir con su tarea.