El objetivo del narrador es aclarar el comportamiento de la policía en la investigación de los delitos, especialmente la muerte dirigida y ejecutada contra un indefenso muchacho.
El objetivo del narrador es aclarar el comportamiento de la policía en la investigación de los delitos, especialmente la muerte dirigida y ejecutada contra un indefenso muchacho.

Varias novelas tienen por escenario , que durante muchos años fue calificada como una ciudad culta, ordenada y tranquila. En un repaso de las principales novelas publicadas el siglo pasado, podemos mencionar: “El año de la barbarie”, de Guillermo Thorndike, sobre la revolución de 1932, durante la dictadura de Sánchez Cerro; “Lázaro”, novela proletaria de Ciro Alegría, cuyas acciones principales discurren en Trujillo y Laredo; “El ángel de la guarda”, de Jorge Díaz Herrera, también sobre la revolución aprista; “Los otros ojos del mar”, de Santiago Merino, quien recrea el ambiente de Salaverry y el barrio Chicago, la antigua zona roja de Trujillo; “El extraño”, de Lucio Medina, quien ambienta los acontecimientos en un barrio muy popular de la ciudad.

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Otros títulos son: “Aroma de gloria”, de Juan Morillo Ganoza, en los tiempos de desgajamiento del Apra y el comienzo de las guerrillas del 60, e incluso “Sueños vividos”, de Aníbal Meléndez Córdova, también sobre el movimiento aprista, pero cuyas acciones se proyectan también a otros pueblos de la sierra liberteña, e incluso Lima.

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Con estos antecedentes, el periodista y narrador Omar Aliaga publicó el año pasado la novela “Los hombres que mataron la primavera”, cuyas acciones se desarrollan casi en su totalidad en la ciudad de Trujillo: sus bares, clubes nocturnos, centros de diversión, urbanizaciones, el balneario Las Delicias y los barrios El Porvenir y la Esperanza.

El tema refleja la complejidad de los mecanismos, estrategias y recursos para esclarecer el comportamiento de la policía en su lucha contra el delito, cuya maraña de redes envuelve a las bandas de asaltantes, la propia policía, los empresarios y extorsionadores, los mecanismos del poder político incluido el propio Presidente de la república, el periodismo, el poder judicial y el ministerio público. El hecho central, según los intereses del poder, es demostrar que la autoridad policial al investigar a los delincuentes no ha cometido excesos ni abusos, pese a las abrumadoras pruebas y testimonio en su contra. Por eso, finalmente, el coronel jefe de la policía es absuelto en el proceso judicial y aclamado por importante sector de la población.

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TRIANGULO SEMIÓTICO

El objetivo del narrador es aclarar el comportamiento de la policía en la investigación de los delitos, especialmente la muerte dirigida y ejecutada contra un indefenso muchacho. El jefe policial goza de la protección del propio gobierno. Al final, los magistrados, mediante argumentos viciados, absuelven al acusado, convertido en “héroe” popular.

El elemento que designa a los sujetos empeñados en esclarecer la verdad es una pareja de periodistas enamorados, especialmente la reportera gráfica, quienes están convencidos de la responsabilidad del jefe policial.

El elemento oponente para el logro del objetivo es una compleja red en la que participan: el poder político, los magistrados, el mundo delincuencial, varios miembros de la policía, los propios empresarios que igual se valen de recursos ilegales.

EL CONTEXTO

El escenario principal de los acontecimientos es Trujillo, sus centros nocturnos y de diversión, sus urbanizaciones, sobre todo El Golf, las barriadas, especialmente los distritos de El Porvenir y La Esperanza.

Este escenario se complementa con la descripción de la residencia de uno de los representantes del poder político que vive en Las Delicias. El espacio se proyecta, de manera complementaria, a Lima, Argentina, a donde desilusionada y frustrada, se dirige, Candy, la reportera gráfica, y España. Pero estos escenarios no tienen una función relevante, sino solo funcionan como alusiones.

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TÉCNICA DE CONSTRUCCIÓN

La técnica narrativa es tensa, dramática, constante, absorbente, de un interés que jamás decae, por lo que mantiene un nivel de permanente y creciente expectativa. Hay entonces aquí un alto nivel no solo en el manejo del lenguaje, sino en la extraordinaria habilidad para construir una expectativa permanente.

El autor construye su novela no en orden secuencial, ordenado y lineal; no desarrolla un relato histórico tradicional; es más bien el manejo de una destreza narrativa y simultánea de diversos ejes y planos que se construyen de acuerdo a la complejidad de los hechos que se van sucediendo.

Pero un asunto polémico queda flotando: la falta de relación entre el título y el contenido de la novela. Al comienzo pensamos que se trata de una alusión a la ciudad de Trujillo, cuyo famoso corso primaveral pone en riesgo la violencia; pero no es así.

LA VERDAD, EL AMOR Y EL LENGUAJE

La investigación de los hechos es seguida con verdadera pasión con carácter exhaustivo, espíritu acucioso y vocación por encontrar la verdad y la justicia, por parte de una pareja de periodistas, especialmente una fotógrafa, inteligente y hermosa reportera de un conocido vespertino local.

En realidad, la novela participa de los caracteres principales del relato realista, donde la ficción se subordina a los hechos y acontecimientos, por lo que podría establecerse un correlato de equivalencias entre el tema de la novela y la propia realidad; es decir, la ficción queda avasallada por el peso real de los hechos, el ambiente y los personajes.

Puede agregarse, como complemento, la dimensión sentimental, el amor que se establece en la pareja de periodistas que se ha trazado la meta de investigar y esclarecer los hechos objetivos: Mauricio y Candy.

En resumen, es una novela de admirable y bella técnica narrativa, demostrando talento y calidad, como se aprecia en esta extraordinaria novela trujillana.