Representantes de la comunidad campesina Muchik Santa Catalina de Chongoyape denunciaron daños al patrimonio natural y cultural en la Reserva Ecológica de Chaparrí, por lo que la Fiscalía Especializado en Materia Ambiental (FEMA) realizó una diligencia de constatación.
Participaron miembros de la Policía Nacional Ambiental, la Administración Técnica Forestal y de Fauna Silvestre Lambayeque (Serfor) y la Dirección Desconcentrada de Cultura, a pedido del fiscal David González Morales.
Durante la diligencia, se verificó que se habría afectado aproximadamente media hectárea en el sector El Niño, colindante con el caserío Racarrumi, donde se observa que se “han removido vegetación silvestre desde la raíz con maquinaria pesada”.
De este modo se afectó especies forestales como palo santo, hualtaco, overos, cactus gigantón, cactus rabo de zorro y vichallo. Además, se ha hecho evidentes daños irreparables al patrimonio arqueológico existente en dicho lugar.
Según la denuncia, los presuntos responsables de estos daños habrían sido los hermanos Eduardo y Ronald Yarango Esquén, así como, Hermenegildo Salazar Bravo en su condición de operador de la maquinaria pesada que se habría utilizado, todo indica, para habilitar esta área del ACP Chaparrí con fines de ampliación urbana inconsulta.
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El presidente de la comunidad campesina, Edivar Carrasco Vásquez, entregó a las autoridades un registro fotográfico de los vestigios arqueológicos y cobertura vegetal que existían antes del atentado, detallando que los denunciados no cuentan por autorización alguna para estas obras, además, ya habrían sido advertidos en un intento anterior dicha área.
Finalmente, hizo un llamado, a los comuneros y a las autoridades competentes a mantenerse vigilantes frente a la nueva ola de invasiones, donde traficantes de tierras, estarían ofertando el bosque de sectores como Yaipón y Montería para actividades tierras agrícolas, incluso en base a las noticias de una próxima ejecución de la Presa La Montería.
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