Personal de Serenazgo y la Policía implementaron medidas para combatir la informalidad y la delincuencia en los alrededores del centro de abastos; sin embargo, los hampones están al acecho para cometer sus fechorías.
Personal de Serenazgo y la Policía implementaron medidas para combatir la informalidad y la delincuencia en los alrededores del centro de abastos; sin embargo, los hampones están al acecho para cometer sus fechorías.

Personal de Serenazgo y la Policía implementaron medidas para combatir la informalidad y la delincuencia en los alrededores del ; sin embargo, la inseguridad aumentó en el interior del centro de abastos de la ciudad de .

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Operativos

A inicios de diciembre se destinaron más de 30 efectivos policiales para que resguarden la seguridad de los usuarios en el Mercado Modelo por fechas de fin de año.

Asimismo, cien agentes de Serenazgo fueron desplazados por la Municipalidad de Chiclayo para combatir el comercio ambulatorio en los exteriores del centro de abastos.

Al respecto, el dirigente Juan Gamarra Ñique sostuvo que los delincuentes han aprovechado el descuido de la seguridad dentro del centro de abastos para cometer sus fechorías.

“Los hampones operan a través de una nueva modalidad. Ahora entran al mercado para amenazar a sus víctimas con armas blancas (cuchillos) y para robarles sus pertenencias”, mencionó.

Ante esto, solicitó mayor presencia policial para cuidar la integridad de y usuarios; ya que algunos llegan con grandes cantidades de dinero para abastecerse de diversos productos.

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“Esta problemática también afecta a los comerciantes porque algunos temen ser interceptados por los hampones al término de su trabajo”, dijo.

Por otro lado, precisó que las ventas en el Mercado Modelo se están estabilizando, a diferencia de la semana pasada; en la que los comerciantes tuvieron que cerrar sus puestos de trabajo por manifestaciones, debido a la crisis política a nivel nacional.

“En los últimos 10 días se produjeron grandes pérdidas porque los negociantes cerraron sus stands por miedo a saqueos. Los más afectados fueron los vendedores de alimentos perecibles”, sostuvo.

Cabe precisar que las ganancias anuales, de los comerciantes, disminuyeron en un 30% a comparación del 2021, según Gamarra Ñique. Esto debido al alza del precio de combustible, la situación política del país y la pandemia del coronavirus.

“Todos los productos aumentaron su valor y las ventas decrecieron. Esperemos que en el 2023 la situación mejore”, finalizó.