Tragedias familiares (parricidio y fraticidio)se registraron en dos distritos de la región Lambayeque.
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Uno de los casos ocurrió ayer a la 1 y 50 de la madrugada, cuando la docente del nivel inicial identificada como Nesly Amely Chuque Chupillón, de 26 años de edad, recibió un balazo por parte de su hermano, el suboficial PNP José Chuque, quien presta servicio en la Unidad de Tránsito.
Trágico
Según las primeras investigaciones de la Policía, el fraticidio sucedió en su vivienda ubicada en la manzana P, lote 45 del pueblo joven Miraflores en el distrito de José Leonardo Ortiz.
Hasta el momento se manejan dos hipótesis. La primera es que el agente del orden se defendió de un asalto y robo de un vehículo, y la segunda es que realizó los disparos al aire, al parecer, bajo los efectos del alcohol.
Lo cierto es que uno de los proyectiles que salieron del arma del policía le impactó en la clavícula lado izquierdo (herida perforante) a su hermana Nesly Chuque cuando abrió su ventana para mirar qué sucedía en la calle.
Su madre Armandina Chupillon Alarcón, al verla gravemente herida, junto a su hijo el efectivo PNP la condujeron hasta el servicio de emergencia del Hospital Regional de Lambayeque.
Luego José Chuque se trasladó a la Unidad PNP de Tránsito, pues asegura que a esa hora le tocaba ingresar a su turno.
Desafortunadamente media hora después, la joven docente dejó de existir. El personal médico solicitó la presencia de la comisaría del Norte y de los detectives de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri).
Después de certificar el deceso, los investigadores acudieron hasta la Unidad de Tránsito y detuvieron al efectivo José Chuque. Lo condujeron a la Divincri, luego pasó reconocimiento médico y se espera los resultado de dosaje etílico.
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Parricidio
En el segundo crimen familiar un desalmado hijo asesinó a su propio padre.
El lamentable suceso fue ayer en horas de la tarde, al momento que Segundo Lorenzo Zamora Peralta (82), se percató que su vástago José Zamora Segura (30), alias “Serrano”, estaba hurtando las calaminas de la casa de su tía, ubicada en la manzana I, lote 30 de la calle San Martín en el distrito de Santa Rosa.
Al llamarle la atención por el accionar delictivo, “Serrano” bajó y cogió un palo de madera, luego lo golpeó en reiteradas oportunidades en la cabeza hasta dejarlo ensangrentado e inconsciente.
Los otros hijos del anciano al verlo grave lo llevaron rápidamente hasta el centro de salud de Monsefú, donde el médico de turno nada pudo hacer para salvarle la vida, ya que llegó sin signos vitales.
El presunto parricida “Serrano” escapó y hasta el cierre de la presente edición estaba no habido.