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“Ellos ponían las armas y nosotros poníamos los muertos. Y ahora que él ha muerto pedimos a Dios se haga justicia pero que todo quede en manos de su misericordia porque Dios es amor. Pero Dios es justo también y será él quien decida. Nosotros no tenemos el dominio sobre eso”. Así se refirió el Monseñor Carlos Castillo tras conocer el deceso del cabecilla del grupo terrorista Sendero Luminoso ocurrido esta mañana en la Base Naval del Callao.
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El Arzobispo de Lima señaló que Guzmán “ha sido un causante de graves daños. Todos sentimos una especie de desasosiego pensar que una persona hizo tanto daño y tanto mal. Sin embargo, como sucede siempre con las personas que han hecho mal en la historia y, tan grave, nosotros decimos la última palabra la tiene el Señor y él (Guzmán) tendrá que dar cuenta de todo lo que provocó en su país”, declaró en RPP.
El Primado de la Iglesia Católica sostuvo que los peruanos tuvimos una actitud de respeto por la persona cuando se produjo la captura del cabecilla terrorista y que el amor triunfo frente al odio. “Los peruanos tuvimos una actitud incluso en el momento más difícil. Un momento tremendo cuando se logró capturarlo, una actitud por respeto por la persona humana y se hizo un acto de inteligencia y de sabiduría profundo que llevó a su captura y a su consideración como persona humana”, dijo.
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“Somos un pueblo digno y un pueblo que supo no enfrentar con los mismos modos agresivos y violentos a quien fuera uno de los padres de la violencia y por esa razón un pueblo digno también, digamos, ante un hecho así, guardamos un silencio adecuado sin venganzas sin agresiones y con la altura de quien sabe que el amor triunfa sobre el odio”, añadió.
Monseñor Castillo manifestó que como miembro de la Iglesia Católica “nuestra tarea es siempre crear las mejores condiciones para que haya paz y emplear los métodos y las formas inteligentes, sabias que la democracia nos ha dado que permite realmente a través de la consideración seria de los acontecimientos de enfrentar con hondura y claridad las cosas especialmente rechazando todo acto de violencia y especialmente actos de violencia subversiva que normalmente se consideran que porque creen hacer la justicia pueden hacer con sus manos lo que sea”.
Abimael Guzmán, cabecilla de la organización terrorista Sendero Luminoso, falleció este sábado 11 de setiembre a las 6.40 horas en el Centro de Reclusión de Máxima Seguridad de la Base Naval del Callao ras el deterioro de su salud.
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