En el distrito de Pueblo Libre, un sereno tomó la valiente decisión de romper una de las ventanas traseras de un automóvil estacionado, en la cuadra 2 de la calle Rosa Toledo, para rescatar a un perro Shih Tzu de dos años que había sido abandonado dentro del vehículo y se encontraba deshidratado.
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El vigilante municipal, llamado Jorge Arévalo, sufrió algunos cortes en los brazos al romper la ventana, pero eso no le impidió abrir las puertas del auto y liberar al animal. Afortunadamente, la mascota no mostró agresividad y, por el contrario, permitió que lo acariciaran y que los testigos le ofrecieran agua.
Después de casi una hora, los propietarios del perro, Antonio Díaz y Melania Chávez, llegaron al lugar. Explicaron que habían ido al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú y habían dejado al perro en el auto. La mujer se emocionó al reencontrarse con su mascota y el señor asumió su responsabilidad por el descuido. Ambos prometieron que nunca volverían a dejar al perro en esa situación.
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