A pesar de la inversión en grandes hospitales y centros de salud en Piura, la situación de la salud pública en la región sigue en el ojo de la tormenta por el pésimo estado de la infraestructura de los establecimientos en distritos alejados de la capital.
.Así lo acreditaron los auditores del Órgano de Control Institucional (OCI) de la Dirección Subregional de Salud Luciano Castillo, durante una visita a los centros de salud de Ignacio Escudero, Marcavelica y Querecotillo, entre el 11 y 14 de marzo.
A través del informe de control concurrente N° 011-2024, la comisión de miembros de la Contraloría dio cuenta de techos en mal estado, filtraciones de agua de lluvia, paredes rotas, riesgo de electrocución, falta de agua potable y servicios higiénicos deteriorados.
“La situación expuesta pone en riesgo la seguridad del personal, así como, la adecuada prestación de servicios de salud a los pacientes”, refiere el informe de control.
Del recorrido se verificó que uno de los locales con mayores deficiencias técnicas es el centro de salud de Querecotillo, con un total de siete observaciones entre las que destacan las filtraciones de agua de lluvia en la mayoría de los ambientes.
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Así, por ejemplo, se detectaron filtraciones en el techo del área de obstetricia, en las paredes de Laboratorio, en el área de emergencia, en el pasadizo, entre otras zonas del local.
De otro lado, el personal de salud entrevistado dio cuenta que se requiere de mantenimiento de las bombas de agua y del sistema eléctrico.
“El personal indicó que el citado centro de salud necesita un cambio de cableado eléctrico, puesto que se registran continuos cortes de energía eléctrica”, dice el documento.
Además de poner en riesgo la atención de calidad en los centros de salud, otra observación de los auditores es la amenaza a la vida de los pacientes y trabajadores.
Esto se apreció en el centro de salud de Ignacio Escudero, donde se detectó un peligro por conexiones expuestas de energía.
“[Se dio cuenta de] conductos de cableado eléctrico expuestos en la pared frente a la cisterna de agua, generan el riesgo de electrocución”, refiere el informe.
La Contraloría también llegó hasta el centro de salud de Marcavelica, donde se repitió la relación de deficiencias técnicas en la infraestructura.
Por ejemplo, se detectó el desprendimiento de baldosas del techo del auditorio, rajadura en el piso de la sala de espera de pacientes, filtraciones en el consultorio, servicios higiénicos malogrados, portón de seguridad que no cierra, grietas en el muro del área de tópico y de la cochera.
“Durante la ejecución del servicio de Control Concurrente se ha identificado una situación adversa que afecta o podría afectar la continuidad del proceso, el resultado o el logro de los objetivos al estado situacional de la infraestructura de los centros de salud de las microredes de Marcavelica y Querecotillo”, concluye el informe de Contraloría.