La irresponsabilidad y el incumplimiento de las leyes queda evidenciado, una vez más, con los resultados de la prueba de dosaje etílico practicado al chofer Joel Coronado. El documento revela que conducía su vehículo en estado de ebriedad cuando originó la muerte de las tres personas.
Pese a que las investigaciones se realizan con absoluto hermetismo, se pudo conocer que el resultado del dosaje arrojó que Joel Coronado Juárez (20 años) tenía 0.72 gramos de alcohol por litro de sangre, confirmando con ello, que conducía la unidad en estado de ebriedad.
Si bien el Código Penal establece que la cantidad permitida es de 0.5 gramos por litro de sangre para vehículos particulares, Coronado Juárez hizo caso omiso de la norma y condujo su moderno vehículo excediendo dicha cantidad, por lo que podría ser procesado penalmente por los delitos de homicidio culposo y peligro común.
Los familiares y amigos de Enrique Aponte Imán, Albania Amaya Ramírez y María del Rosario Purizaca de Castro participaron ayer del sepelio de sus seres queridos, trasladando sus restos a los cementerios de la localidad, donde elevaron plegarias por el eterno descanso de sus almas.
Posteriormente y luego de enterarse de los resultados del dosaje etílico, pidieron que este no sea un caso más que queda en la impunidad y exigieron al fiscal, Alexander Escobar Calmet, que lleva adelante las investigaciones, que continúe con las diligencias con el objetivo de formalizar ante el Juzgado Penal de Investigación Preparatoria y a la brevedad posible, el requerimiento de prisión preventiva para proseguir con el debido proceso y que el caso pase a juicio oral.
De otro lado, los familiares pidieron que se sienten los precedentes y no se acepte ningún tipo de beneficios ni terminación anticipada del proceso, pues la vida de sus familiares no vale ni todo el dinero del mundo.
Como es público, la tragedia ocurrió el último domingo en la ciudad de Talara.