La población del distrito de Canchaque y zonas aledañas están en riesgo de sufrir un nuevo aluvión, similar al 17 de marzo pasado, por el abandono de los depósitos de material excedente (DME) de la carretera Canchaque-Huancabamba, obra valorizada en más de 494 millones de soles.
De acuerdo a la Contraloría General de la República, hay un peligro inminente por el material remanente del depósito ubicado en el kilómetro 111 de la vía, que colapsó en marzo pasado y que, pese al tiempo que ha pasado, sigue abandonado.
Esto quedó acreditado en la visita de los auditores hecha entre el 29 de noviembre al 2 de diciembre, y luego el 13 de diciembre pasado.
La obra está paralizada luego de la resolución de contrato que hizo Provías Nacional contra la contratista Consorcio Vial Piura, conformado por las empresas Constructora Málaga Hnos SA, Johe S.A y Sinohydro Bureau.
Según el informe de hito de control N°30549-2021, no se hicieron trabajos para estabilizar o reconformar el terreno, quedando el sector inestable por la presencia de hundimientos, grietas y anegamiento.
“[…] situación que podría ocasionar nuevos colapsos en dichos depósitos de material excedente, generando mayores impactos ambientales negativos y daños a las poblaciones aledañas a la quebrada Pusmalca del distrito de Canchaque”, refiere el informe.
La observación también se respalda en el informe técnico A7156 de la Dirección de Geología Ambiental y Riesgo Geológico (INGEMMET), de mayo del 2021.
“Existen materiales disponibles en el DME-111 que aún no se han deslizado y que podrían reactivarse ante la presencia de lluvias intensas, no se descarta la ocurrencia de nuevos movimientos en masa. Se recomienda, realizar trabajos de estabilización de laderas para disminuir la carga y los materiales disponibles para la generación de nuevos deslizamientos”, dice el informe.
Por este motivo, los especialistas califican al sector como zona crítica y con peligro muy alto de nuevos deslizamientos, tal y como el ocurrido el 17 de marzo del 2021, que arrasó con puentes, ganado y viviendas de la población.
La Contraloría también detectó que otro depósito, de similares proporciones que el anterior, también estaría en riesgo inminente de colapso.
Se trata del DME ubicado en el Km 112 + 100 de la vía que tiene un volumen depositado de 212 mil 275 metros cúbicos.
Durante la inspección al DME 112+100, en presencia del contratista y la supervisión, se verificaron filtraciones de agua, cárcavas, asentamientos de las banquetas y grietas en la base del DME, de 0,20 m de abertura y 30 m de longitud aproximadamente”, refiere el informe.
Al respecto, Provías autorizó a la contratista a ejecutar una prestación adicional para la reubicación del material, pero al momento de la visita no se había hecho ningún trabajo. El problema de fondo es la falta de lugares a donde trasladar los residuos de la construcción de la vía.
El objetivo era trasladar 69.000 m3 de la zona. “De acuerdo a lo manifestado por la supervisión, no se tiene definida ni disponibles DME’s para el traslado del volumen de material mencionado, situación que no permite iniciar con la ejecución de la prestación adicional con carácter de emergencia autorizado por la entidad”, refiere el informe.
En ese sentido, se recomienda estudios en el terreno con la finalidad de “detectar zonas de fallas, sectores inestables y presencia de agua superficial o subterránea, que podrían ocasionar deslizamientos en los DME”.