Piura: Vecinos viven una pesadilla en Los Ejidos

Sonido ensordecedor hasta el amanecer, alcohol en el ambiente, chicas ebrias, desenfreno, borrachos al volante, botellas de licor y basura al costado del local, es el panorama que se vive todas las semanas en el restobar María Bonita de Los Ejidos. Esto sucede, sin que el área de Fiscalización de la Municipalidad Provincial de Piura logre poner freno a estas actividades, que se desarrollan sin respetar las ordenanzas ediles.

Restobar María Bonita es el nombre comercial del local, pero la empresa se denomina Plantare S.A.C, cuyo representante legal es Lisette Dorty Valdivia Montoya, tal como figura en la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat).

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En este local de Plantare S.A.C se realizan eventos y espectáculos en vivo promovidos por Lia Lounge, Line y Tiky Wiky.

En estos eventos, los asistentes no usan mascarillas pese a las aglomeraciones que se originan, lo cual es una infracción a la norma aprobada para evitar la propagación del COVID-19.

Los vecinos de este restobar aseguran que viven una pesadilla, pues la bulla que se origina en este local supera los decibeles permitidos, pero no les hacen caso a los fiscalizadores de la Municipalidad de Piura, pues apenas se van, vuelven a subir el volumen.

“El fuerte ruido es casi toda la semana y se mantiene hasta el amanecer. Eso no permite que los vecinos puedan dormir con tranquilidad, especialmente los bebés y mayores de edad”, señala la ciudadana Lucía Rondón Timaná.

Correo accedió a la licencia de funcionamiento N° 030159 de Plantare S.A.C., donde indica que solo puede atender hasta las 3:00 de la madrugada. Al realizar actividades superando ese horario, la comuna de Piura debió iniciar un procedimiento administrativo para revocarle la licencia, cosa que no ha realizado hasta el momento.

“La cantidad de decibeles que emite ese local es tan alto que nos está perjudicando la salud, ya que no podemos conciliar el sueño. El viento hace que la bulla se vaya hacia las casas que están entre el pueblo y Caballos de Paso. El local casi siempre funciona de martes a domingo. El domingo empieza al mediodía y termina hasta las cinco de la mañana, se amanecen allí. Otros días pueden atender hasta las siete de la mañana y eso no es justo. Incluso los carros están todos amontonados en la pista”, explica Sharon Rabinovich, vecina del local.

José Díaz Fiol, otro morador de la zona, confirma lo mencionado por Lucía Rondón y Sharon Rabonovich. Además, agrega que también se observan conductores ebrios que salen del local, lo cual pone en riesgo a los transeúntes y ciclistas que pasan por la zona. Incluso, ya se han registrado varios accidentes.

Los pobladores que viven cerca al local manifiestan que pese a que han presentado varias denuncias en la Gerencia de Fiscalización y Control Municipal, no hay ninguna autoridad que pueda poner freno a todos los excesos que se originan en el restobar, pues se burlan de las autoridades.

La Fiscalía de Prevención del Delito también debería haber realizado operativos conjuntos en el local, para evitar alguna tragedia, cosa que tampoco se ha realizado hasta la fecha.